Por el castillo del Falla corre un rumor,
un triste duelo se escucha desde el salón,
vienen a miles los peregrinos.
El rey ha muerto, su verso aún caliente está.
Un funeral con honores de carnaval.
Hoy el rebelde ya es divino.
Una guitarra malherida se ha puesto en pie.
Se abren las puertas, un silencio atronador.
Sus huerfanitos lloran de pena,
sus adversarios, su chusma selecta,
le brindan el último credo en la plaza de su corazón.
Por el castillo del Falla corre un rumor,
un triste duelo se escucha desde el salón,
vienen a miles los peregrinos.
Y si alguien jura venganza
por esta copla a un compañero,
no sabe con quién ha dao, yo llevo el mismo veneno.
Canta gaditano, canta,
que es el milagro de este sur tan desgraciao,
canta hasta que te sepa a sangre la garganta,
canta, alma mía, y que nos quiten lo cantao.
Canta, canta a la Tacita
porque la vida sólo dura un estribillo.
Niña de plata, déjame que me repita,
me repita, me repita, dale fuerte a ese platillo.
Otra batalla, otra pasión,
otra pelea y la misma ilusión
de las cenizas de un pobre caníbal nació un caballero.
Cielito mío, ya estoy aquí
para ganar, pa perder, pa sufrir.
Dame el compás, tu bendito compás, otra vez por febrero.
Que Cádiz no tiene reyes solo poetas de carnaval
y pa poeta poeta, mi capitán.
Antonio Martínez Ares
‘La chusma selecta’ – 2020