Popurrí de ‘Los prisioneros’

por El Pater

Pájaro que canta
pa espantar sus males
los de otros espanta
Pájaro que canta
pa espantar sus males
los de otros espanta.
El pájaro más viejo de la jaula
dice que aquí encerrado no se vive mal
que mientras que tengamos
alpiste y agua
mejor es resignarse y a cantar,
que no existe mascota
que sea prisionera
que no soñemos más con escapar.
Pájaro que canta
pa espantar sus males
los de otros espanta
Pájaro que canta
pa espantar sus males
los de otros espanta.
Pero el pájaro más joven de la jaula
piensa que está la vida más allá
ni el agua ni el alpiste le convence
y siempre tiene ansias de volar.
Mirando por la reja
sacude sus dos alas
y canta y canta por la libertad.
Dime en realidad
¿Tú que pájaro eres?
¿Tú que es lo que quieres?
Dime en realidad
¿Tú que pájaro eres?
¿Tú que es lo que quieres?

El plumaje que ella tiene
todas las mañanas brilla bajo el sol
y por la luz que se cuela en su jaula
se vuelven sus alas como un tornasol.
Yo la miro despacito
y la veo de lejos puesta en su ventana
y se pone a cantar
y le respondo yo.
Sin olernos ni tocarnos
nos imaginamos
que volamos libres
por esta ciudad
y así llevamos juntos to la vida
y cada uno en su balcón
nos inventamos un amor
que en el fondo es mentira.
Ella dice “por ti muero”
yo digo “te quiero”
cada uno en su jaula
y hacemos como si nunca existieran
las pequeñas cárceles que nos separan
y al final llega su dueño
y la mete pa dentro
como to los días.
“Hasta mañana amor”
se acaba la función.
Tú que escuchas esta letra
ahora calla y piensa en el significado
y la enorme verdad
que en esta copla quiero yo decirte
para que no te olvides más
de que un amor sin libertad
casi nunca es posible
y no sabemos que el amor
solo es un verdadero amor
cuando el amor es libre,
cuando el amor es libre.

José Alberto aún vive con sus padres
y por mucho que busca una salida
ha llamado a mil puertas
que no se abren pa escapar
del nido hacia su vida
y en su cuarto de noche
las paredes se convierten
en viejas enemigas
que le ahogan
cada soplo de su herida.
Mari Luz vive sola con su niña
mirarla cómo sube sus escaleras
Mari Luz vuelve a casa muy cansada
con las cuentas tronando en su cabeza
y al subir
baja la vista a su rellano y mira las macetas
donde crece
la flor de la pobreza.
Cuánta gente encarcelada
en los barrotes de su vida.
Cuánta gente encarcelada
está buscando la salida.
Doña Adela se asoma a la ventana
y ve pasar la vida por la acera
cuatro años ya lleva aquí encerrada
y no puede bajar esa escalera
resignada mirando esa escalera
al verla se siente condenada
en el filo
de ese abismo de frontera.
Juanito hoy no quiere ir al colegio
la mochila le quema aquí en las espalda
sabe bien que el recreo allí le espera
humillándolo todas las mañanas
y Juanito por miedo a algún canalla
andando y apretando sus dientes
calla, calla y calla.
Cuántas celdas pequeñitas,
cuánta gente,
cuántas luces temblando
entre rejas trasparentes.
Mira esas luces tiritando
bajo el cielo
mira cómo cae la noche
suavemente sobre la ciudad
de los prisioneros
de los prisioneros
de los prisioneros.

Tú dices Fenicio, yo digo de Cádiz;
tú dices la Pepa, yo digo la Chari;
tú dices patrona, yo digo vecina;
tú dices la patria, yo digo el poniente;
tú dices la historia, yo digo la gente;
tú dices ilustre, yo digo corriente;
tú dices alcalde, yo digo desgana;
tú dices la Teo, yo digo tu hermana;
tú dices el puente, yo digo los mares;
tú dices la reina, yo digo mi madre;
tú dices partido, yo digo pandilla;
tú dices Pemán y yo digo Fletilla;
tú pides hoteles, yo pido más casas;
tú pides turistas, yo pido valientes;
tú pides negocios, yo pido más gente;
tú pides futuro, yo pido presente;
tú quieres descanso, yo quiero de alegría;
tú quieres banderas, yo ropa tendida;
tú quieres limpieza, y yo dignidad;
tú quieres más leyes, yo que libertad;
tú dices dama, yo digo mujeres;
dices deberes, yo digo placeres;
dices hormigas, yo digo cigarras;
tú dices cruz, y yo guitarra
y yo guitarra.
Tú dices muro, yo digo ventana;
dices la iglesia y yo digo la plaza;
tú dices cárcel, yo digo mi casa
tú dices manos, yo digo guitarra
Tú dices mi Cádiz y yo digo mi jaula
Tú dices mi Cádiz y yo digo mi jaula
Tú dices mi Cádiz y yo digo mi jaula.

Ay, a las rejas de la cárcel
no me vengas a llorar,
no me vengas a llorar,
espérame por carnavales
que tengo la libertad
que tengo la libertad
que tengo la libertad.

Miguel Ángel García Argüez, José Manuel Aranda Perales y Manuel Sánchez Alba
‘Los prisioneros’ – 2018

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