La semana de Manolo Santander (VI)

por Gadi

En el año 2001, tras un gran éxito como ‘Los de Capuchinos’, Manolo Santander recurre a una de sus grandes pasiones, el fútbol, para inspirarse de cara su nueva chirigota. El nombre escogido fue ‘El atlético agujeta (el peor equipo del mundo)’, y el tipo era un equipo de fútbol comandado por el propio Santander que hacía de portero. La chirigota volvió a gustar muchísimo y consiguió el segundo premio en el concurso.

Al año siguiente vuelve a nombrar a su barrio en el tipo y saca ‘Los morazos de la Viña’, estos moros con chilaba y turbante (formado por un chino de cocina) no gustaron tanto como en años anteriores y se quedaron en las semifinales.

En 2003 saca un tipo de conquistador español al estilo de Hernán Cortés para defender lo auténtico español en una chirigota que tenía bastante carga de crítica con guasa a los españoles. Esta chirigota gusta un poco más, especialmente por algunos pasodobles como el que dedicó a la Petróleo o en el que atacaba al Diario de Cádiz. Sea como fue ‘La furia española (bajitos, cabreaos y de baja)’ se quedó sin pasar a la final.

En 2004 sí que consigue llegar a la final y es que a unos pasodobles de envergadura se le sumó un grandísimo popurrí y unos cuplés con mucho arte. La chirigota en cuestión fue ‘Lo más feo de Cai’, un tipo de feos horteras que caló desde el principio de la presentación en la que aparecían con un cubo tapándole la cara. La chirigota gustó y consiguió el cuarto premio en una final a la que pasaron seis chirigotas. Vamos a destacar de entre sus coplas el pasodoble que dedicó a Macarty.

Tomao por loco,
tomao por loco
del que les hablo
en Cádiz fue tomao por loco
por vestirse de amarillo
cuando del Cai
no se vestían ni los chiquillos.
Tomao por loco
era el Macarty
que fue el primero que se contagió
con esto que llaman fiebre amarilla
el que tuvo que sufrir ser el hazmerreír
pero al Cádiz le entregó toda su vida.
Y lo mismo que al Cádiz de sus entrañas
cuántas veces al Macarty dieron por muerto
y otra vez ahí está en el Carranza
defendiendo a empujones lo nuestro.
Y ahora que todos tenemos su locura
ahora nadie debe de olvidar
que ese hombre bajito y sandunguero
que nos dio el orgullo de gritarle al mundo entero
del Cádiz, del Cádiz, del Cádiz.

Para 2005 la chirigota de Manolo Santander usa por primera vez forillo con ‘Los tiesos’, unos personajes típicamente gaditanos que no tienen un duro y que aprovechan la mínima para dar coba a quien se tercio. Esta chirigota no consigue del toco encajar y se queda sin pasar a la final.

Y como a Manolo Santander haberse gastado un dinero en el forillo para un año no le salía rentable volvió a usarlo (con alguna modificación) para el año siguiente. La chirigota cambio sustancialmente de grupo incorporando componentes que provenían de las chirigotas que sacaba José Juan Pastrana, como el Ardentía, Javi el Ojo, etc. A este proyecto se le sumó como autor y componente un viejo amigo de la infancia de Santander, Emilio Gutiérrez Cruz, el Libi. El nombre elegido fue ‘El movimiento del 36’ que lejos de referirse a la Guerra Civil, representó el traslado de un paso de semana santa desde su garaje hasta la iglesia. El paso llevaba encima todos los trastos para hacer una mudanza, no faltaba de nada.
Esta chirigota fue muy bien recibida por el público y consiguió pasar a la final en segunda posición, no obstante, esa última noche del concurso, por un fallo en la distribución de los turnos a la hora de cantar la presentación fue cantada por trece componentes, quedando la chirigota descalificada.

Cargando con la cruz de mis pamplinas
horquillas por compás de chirigota
cumpliendo penitencia de por vida, ya ves
regreso a este calvario de mis coplas
sabiendo cada vez que me equivoco,
sabiendo que mi tiempo ya se acaba
por un aplauso tuyo pierdo el coco
y por una sonrisa vendo el alma.
Ay, y como esos cargaores
que cargan con las Dolores
y los Cristos de esta tierra
ay, cargo yo con la osadía
de escribirte, tierra mía,
siendo tan torpe mi letra.
Ay, y no vengo así vestido
para reírme de nadie
ni pa ridiculizar.
Quién soy yo para ponerme aquí a juzgar
a los que dan por Cádiz el alma
me río de mí na más
que hago el tonto en Carnaval
y el loco por Semana Santa.

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