El concurso de agrupaciones del Carnaval de Cádiz surge por el intento de las autoridades de controlar a los grupos y con ello impedir letras contra el sistema establecido. Desde el año 1850 existe constancia de la existencia de agrupaciones que cantaban en la calle durante el Carnaval y de intentos de control por parte del alcalde, Juan Valverde, aunque sin éxito alguno.
Sería en la época en la que Eduardo Genovés estaba al frente del ayuntamiento cuando se logra. Genovés promulgó un edicto en 1884 en el que se obligaba a las agrupaciones a presentar un listado de componentes y las letras compuestas, el ayuntamiento analizaba el repertorio y decidía cuales se podían interpretar en la calle. Ese año consiguieron la licencia necesaria para cantar en la calle 18 agrupaciones, entre ellas la denominada “La moda elegante”, que el pueblo gaditano rebautizó como “Las Viejas Ricas” ya que ese era su tipo. Ante el éxito logrado repitieron tipo y repertorio al año siguiente, ya bajo el nombre con el que ha pasado a la Historia del Carnaval. La aceptación fue tal que incluso fueron contratados para cantar en Madrid y, según algunos estudiosos, en Argentina.
Con la misma finalidad de control nacen poco después los primeros concursos de comparsas y estudiantinas en locales públicos y privados, en los que se concedían premios en metálico. Este fenómeno encorsetó definitivamente los orígenes callejeros de las agrupaciones.
Existe documentación en la que se confirma la existencia de estos concursos desde el año 1888, organizados primero por sociedades mercantiles de la ciudad y posteriormente por el ayuntamiento, en ellos participaban coros, murgas, rondallas y estudiantinas. Aquel año el primer premio de coros fue para “Los herederos” y el segundo para “Los Marineros de la exposición”.
Hasta 1903 el concurso no adquiere continuidad, ese fue el año de “Los Lilas”, primer premio en coros y de las murgas “Gran Orquesta” y “Los Gaiteros escoceses” que lograron premios especiales.
Dos años después apareció en el concurso una agrupación mítica donde las haya “Los Anticuarios”, de Antonio Rodríguez, “El tío de la tiza” y con ellos uno de los himnos del Carnaval, “Los Duros Antiguos”. En estos años primeros del siglo XX salieron otros coros y murgas como, “Los Gallos” de 1901, “Médicos modernistas” en 1902, “Los Bohemios” y “Los Brujos” en 1906, o “Los Pierrots” y “Los Portamonedas” en 1910.
En esta primera época los jurados eran muy exigentes dejando una gran cantidad de premios desiertos, como en el año 1917 cuando solo se entregaron premios de consolación lo que provocó un plante al año siguiente y ninguna agrupación se presentó al concurso, aunque sí cantaron por las calles. Este hecho no cambió mucho las cosas y en los años 1919, 1920 y 1921, ningún participante logró premio.
Para entonces la censura era ya un actor principal en el concurso de agrupaciones y los autores le sacaban punta al doble sentido para decir lo que querían evitando a la vez el famoso lápiz rojo de la censura. El mejor ejemplo de esta situación ocurrió en 1926 cuando dos murgas acabaron en la prevención, “Los estudiantes de marianagua del pay-pay” interpretaron una letra prohibida en contra de los capataces del muelle; “Los viejos sicalípticos” por su parte se tomaron con filosofía gaditana este encierro y siguieron cantando sus coplas en la cárcel.
En 1931 aparece la denominación de chirigota, desapareciendo la de murga. El primer premio de la nueva modalidad quedó desierto y el segundo fue para la “Charanga Lugareña”.
Con la llegada de la segunda república desaparece la censura y aumenta el número de agrupaciones, apareciendo excelentes autores como El cojo Poce, autor de “La murga de la cabra” y uno de los especialistas en trabalenguas, o aquellos grandes directores como José Macías Rete y Francisco Guzmán “El batato”. Aparecieron autores de gracia y gran estilo musical, como Antonio Clavaín, Antonio Girón, Manolo León, Francisco Vélez, Ramón Cebada… Contemporáneo a todos ellos, Manuel López Cañamaque, considerado autor más prolífico del Carnaval. Entre 1910 y 1953 compuso letra y música para más de 60 agrupaciones. En 1935 logró 7 premios entre ellos el primero de coros a pie con “Los Viejos demócratas” y en chirigotas con “Los Lañadores”.
En 1937 en plena guerra civil, Franco prohíbe el Carnaval por la contienda y el 19 de enero de 1940 lo hace de manera definitiva. Son años en los que la historia de las agrupaciones se remonta a reuniones clandestinas de copleros para matar el gusanillo.
En 1941 se agrupan varios de estos aficionados y forman la célebre “Piñata Gaditana”. En la velada de los ángeles de 1947 actuaron el coro del batato y la “Piñata Gaditana” con gran éxito. Al año siguiente el gobernador civil Carlos Rodríguez de Valcárcel presenció las actuaciones que debieron de gustarle porque inmediatamente organizó un concurso en la plaza de San Antonio en pleno mes de agosto.
En febrero de 1949 las agrupaciones que iban a concursar actuaron en el patio del ayuntamiento y el viernes 18 de febrero volvieron al Gran Teatro Falla. A partir de ahí el concurso ha ido creciendo hasta convertirse prácticamente en uno de los ejes de las vidas de muchos gaditanos, un periodismo cantado único en el mundo y que cada año extiende más su embrujo lejos de la Tacita de Plata.
Los Inicios del Concurso
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1 comentario
dios increible, no conocia la historia del carnaval desde esos tiempos, me encanta, muchas felicidades