Ese castizo barrio la Viña
al que yo quiero de corazón
y a mi Virgencita de la Palma
esta letrilla le canto yo.
Ay, qué bonita está la Caleta,
que una mañana en su bajamar,
los pescaores van marchando,
con su canasta bajo el brazo,
caña en el hombro
dispuestos a pescar.
Ole, ole, viva la Viña,
lo más bonito del mundo entero.
Qué guapas son sus mujeres,
barrio caletero.
Ponte mi niña el disfraz,
que ha llegado nuestro carnaval.
Porque hasta la Virgen de las Penas
de piconera se vestirá
pa poder compartir con nosotros
la fiesta en el barrio,
mi barrio juncal.
Francisco Abeijón y José Vicenti
‘Un montón de guanaminos’ – 1987