Cada vez que viajo
y me alejo de esta tierra,
cada vez que me aparto
de la cuna en que nací
y me trato con gente
de otros lugares y hablas distintas,
esos son los momentos
en que me siento más andaluz.
Por eso no comprendo
a tantísimos paisanos
que ocultan con vergüenza
nuestro acento al exterior,
si esta forma tan nuestra
mamaron nuestros abuelos,
pa que nuestros padres luego
lo enseñaran con amor.
Y qué culpa tengo yo
si así mismo lo aprendí,
si las erres no me suenan
y las eses me comí;
si el nombre de Sebastián
por Chanito lo cambié,
y en vez de pedir tres panes
por tres cundis pregunté.
Si por ángel yo digo que age
y al niño digo chiquillo,
si a un bar chico yo le llamo bache
y a una tienda ultramarinos.
Que cada uno cuide sus formas
y al habla mía yo la defiendo,
porque esta es la forma que tiene el Sur
acento y habla puro andaluz,
que orgulloso muestra un sentir profundo,
aquella que aún queriéndola criticar,
su pueblo entero debe expresar
con la frente alta
y sin más complejo por todo el mundo.
José Marchena, José Gamaza y Fernando Migueles
‘Camelot’ – 1988