En 1977 Luis Ripoll vuelve a conseguir un tercer premio con la comparsa ‘Carrusel de colores’. Ese año, el popurrí de la agrupación era bastante guerrillero, algo que hizo que el jurado lo justificara con la juventud del autor. Este comentario enfadó a Luis y al año siguiente sería aún más duro.
Efectivamente ‘Los golfos’ es una de las comparsas más recordadas de este autor. Inspirada en aquella película de culto de Stanley Kubrick ‘La naranja mecánica’. Esta comparsa nos ha dejado para la historia coplas como la presentación, el pasodoble del amigo preso o este magnífico pasodoble que aún hoy, treinta y ocho años después, sigue de actualidad.
Los problemas de mi tierra
son muchos y variados
pero su mayor parte
son de tipo laboral:
miles de obreros no tienen trabajo
y si es que lo tienen han de defender
con uñas y dientes
su fuente de pan cotidiano.
En los astilleros
el problema es más grave
porque es que no hay
un barco que construir
y a la hora de tomarse medidas
es siempre al currante
al que le toca sufrir
no puede manejarse a un padre de familia
como al tiesto que sobra
y de en medio se quita
solo porque alguien no quiere arriesgar su dinero.
Dejando la Bahia vayamos al campo
a ver todas las tierras que están sin sembrar
solo por el capricho de algún señorito
que montado a caballo le gusta cazar.
Y mientras el resto del pueblo
lucha por un cacho pan.
Señor capitalista, invierte tu dinero
que no te va a servir de na
cuando estalle la revolución del pueblo.
(Vídeo de una antología del autor formada por antiguos componentes y amigos con motivo de la entrega del premio Baluarte del Carnaval que la Fundación Cruzcampo entregó a Luis Ripoll en 2010)
Con los golfos consiguió el segundo premio, solo por detrás de ‘Los tribunos’ de Pedro Romero, imparable en aquella época.
En 1979 escribe por primera vez fuera de Cádiz y lo hace en el Puerto de Santa María con algunos componentes de la peña los Majaras, se trató de la comparsa ‘Cuentos y leyendas’.
En 1980 tuvo una de sus experiencias más entrañables y es que escribió en muy poco tiempo, apenas veinte días, una chirigota para viejos chirigoteros del carnaval entre los que se encontraba el famoso Lucas. Esta agrupación se llamó ‘Los mercaderes del piojito’.
Al año siguiente Luis tiene la oportunidad de poner letra a la única música que ha compuesto para el carnaval el famoso pianista Felipe Campuzano. Esta comparsa venía a traer un aire nuevo a la modalidad con melodías un tanto extrañas para las comparsas en aquellos años. La experiencia fue positiva y ‘Salado, dulce y amargo’ consiguió un accésit.
Qué salado es
sentirse visto por los ojos especiales
de una cordobesa fiel,
qué salado es, qué salado es
verse mezclado en el compás de los andares
de una guapa de Jaén,
qué salado es, qué salado es, qué salado es.
Qué salado es
ir descubriendo la belleza
tan sencilla de Almería
en forma de mujer,
qué salado es, qué salado es, qué salado es.
Qué salado es
que por Granada sucumbiera
hasta el rey moro por amor a su mujer,
qué salado es
si una chavala sevillana
llega a enamorarte con su baile de cartel,
de muy cartel,
qué salado es
que la malagueña se hizo
de un puñado de sal,
y un fandango de Valverde
representa a la de Huelva
con su encanto sin igual.
Pero mi amor quedó en Ca
y su garbo me embrujó,
y aquí muero con la diosa
de mi corazón, de mi corazón.
(video subido por CarnavalDeCadizAntiguo)