Esta semana nos vamos a dedicar a un autor que sin tener un palmarés repleto de premios tiene en su haber el orgullo de escuchar algunas de sus coplas en las barbacoas y reuniones de amigos que son buenos aficionados a las buenas coplas. Nos ha dejado un sin fin de coplas que solo se pueden definir con un adjetivo que aflora siempre que se habla de Luis: bonito. Su legado es bonito, ha dejado innumerables coplas sencillas y preciosas, sin dejar de lado su vertiente crítica, presente en todas sus agrupaciones.
Luis Ripoll no fue un niño que creciera en un ambiente carnavalero, fue ya trabajando en el muelle cuando le picó ese gusanillo que hace mella en los que serán copleros. Unos compañeros de trabajo le propusieron que escribiera una comparsa y así, en 1971 Luis Ripoll puso letra a la comparsa ‘Los nuevos del sur’ consiguiendo un accésit. Uno de los compañeros de trabajo que le propuso hacer la comparsa era, nada más y nada menos, que Pedro Trujillo, el Catalán chico quien, además, también hizo la música de esta agrupación.
Al año siguiente Luis vuelve a sacar la comparsa, aunque en esta ocasión con autoría musical de José Luis Arniz quien también sacaría ese año la comparsa ‘Los galanes’ de los majaras del Puerto. Ese año la comparsa de Ripoll obtuvo un tercer premio con ‘Los ribereños gaditanos’.
Tras dos años trabajando fuera de Cádiz, Luis vuelve a su ciudad y al carnaval sacando su primera comparsa de autoría completa en letra y música. Se llamaba ‘Animadores de cabaret’ y obtuvo un tercer premio dejando este pasodoble para el recuerdo.
En Cádiz para inspirarse
o para escribir un tema
el poeta siempre busca
a su musa en la Caleta,
es tanto lo que se ha escrito
sobre esa playa en cuestión
que cuando llegan las fiestas
se ha convertido en tema obligado
el cantarle a la Caleta
y de otras playas se han olvidado.
Pues por si alguien
aún lo ignora
en Cádiz tenemos varias playas
que a la Caleta nada le envidian:
está Puntales y Cortadura
y la playita de Santa María,
y por encima de todas ellas
como una reina hecha de sal
está la playa de la Victoria
y que, por cierto de nadie es novia
tan solamente quiere jugar
con la arena y con las olas
y charlando con las caracolas
no le hace caso a los piropos
que sus visitantes les quieran echar.
(Vídeo de una antología del autor formada por antiguos componentes y amigos con motivo de la entrega del premio Baluarte del Carnaval que la Fundación Cruzcampo entregó a Luis Ripoll en 2010)
Ese fue el último año en el que estuviera presente Paco Alba. El primer premio fue compartido entre ‘Los napolitanos’ de Pedro Romero y ‘Los belloteros’ de Paco Alba, aunque ésta en un principio se inscribió como chirigota. El segundo premio fue para la comparsa ‘Ecos del Paraguay’ de Ricardo Villa.
En 1976 hace doblete con cuarteto y comparsa. El cuarteto será ‘Los cuatro jientes de la pocalichi’ y la comparsa ‘Marionetas’, de nuevo con la autoría de Pedro Trujillo en la música. Esta comparsa consiguió un segundo premio compartido con ‘España y olé’ de Antonio Martín. El primer premio de ese año fue para Pedro Romero y ‘Carnaval 76’. De ese pasodoble nos queda el pasodoble “Las calles de Cádiz despiertan”, ese reconocimiento a las cigarreras de Cádiz a través de esa imagen y ese sonido que, según Luis Ripoll, se le quedó del caminar de los tacones por la mañana para ir a trabajar a la fábrica de tabacos de Cádiz. Este pasodoble ha quedado para la historia.
Las calles de Cádiz despiertan
con un taconeo sobre sus aceras
y la brisa casi dormida
dicen buenos días a las cigarreras.
Mujeres que marchan alegres
con su vida a cuestas para trabajar.
Y en un rincón de una casa cualquiera
han quedado los problemas
que el destino siempre lleva
repartidos al azar.
Cualquiera sabe lo que hayan dejado
puede que un marido en paro
o los hijos que han llegado
sin pasar por el altar.
A ti me dirijo, guapa cigarrera
nunca te preocupes por el qué dirán
la vida es ingrata, eso ya se sabe
y para vivirla hay que trabajar.
Por eso he querido con esta comparsa
hacer de tu vida una simple canción.
Cuando al trabajo por fin llegaste
lo que dejaste se te olvidó
porque al ver la sonrisa de una compañera
las penas se te escapan del corazón.
(Vídeo de parte del grupo de la comparsa ‘La barraca’ de 1998 cantando en el programa de Canal Sur ‘El ritmo del Tangai’)