Con la misma ilusión de un niño
hoy vengo a cantarte,
con cuatro meses de trabajo
a fuerza de garganta,
y vengo para regalarte,
las coplas que salen del alma,
que solo pisar estas tablas
ya es algo grande.
Pero van apagando
las ilusiones con las que vengo,
los cuatro mamarrachos
que hacen del Falla su gallinero,
y solo han conseguío
que la afición del pueblo
se vuelva fanatismo.
Y encima también la reventa no para
están riéndose de una ciudad
mientras que sigamos comprándoles entradas.
De qué sirve un sorteo, si el dinero se lo carga.
Luego están los que no piensan
ni siquiera lo que hablan,
con rumores que se inventan
sin que nadie lo inventara.
Dónde están los que revientan,
y se esconden en la barra,
nunca podrán apagar nuestra fuerza,
que la mierda que aquí se guarda
hace que sienta vergüenza de esta batalla,
de esta batalla, de esta batalla…
que es el concurso del Falla.
Luis Manuel Rivero Ramos
‘Gaditanos’ – 2004