Cádiz que estás en los cielos,
Cádiz que estás en la tierra,
Cádiz que estás en el suelo,
Cádiz que estás a mi izquierda,
Cádiz que estás en los mares,
Cádiz que estás en la playa,
Cádiz que estás en la calle
y a dondequiera que vaya.
Dicen que te han ido haciendo
a golpes de muralla
que eres deseada por los cuatro vientos,
las cuatro estaciones y las cuatro lunas
y que también te desean
los pájaros negros del atardecer
y que todos los ángeles
dicen que a ti los dioses no te olvidan.
Y yo que he nacido en Cádiz, bendita mi suerte,
sé que el día de mi muerte le daré mi vía.
Y ya lo he comprendío,
el cielo está servío
cuantito se pregunta
si hay un non plus ultra
y más allá no hay.
La tierra prometida,
la que di por perdida
de pronto la encontré
y ya luego me enteré
que se llamaba Cai.
Y esto no es una copla,
esto es una oración
y cada vez que la rezo se me vuelven locas
las palabras en mi boca y el latido en mi corazón.
Juan Carlos Aragón Becerra
‘Los ángeles caídos’ – 2002