Hablando de carnaval me dijo mi viejo,
y si habla de carnaval no suele fallar,
“tenéis mucho que aprender
los jóvenes de este tiempo
y si tú eres corista mójate ya.
Los coros llevaban antes
dos tangos siempre,
uno largo y otro corto para cantar.
El corto bailable y alegre
y el largo diciendo toda la verdad.
Haz los dos tangos y defiende los tuyos”,
y como yo le hago caso a mi viejo
voy a empezar.
Y este mi tango largo por ti,
porque aquí hay mucho que decir
que es muy largo ya
el cachondeo con to los gaditanos.
Largo el camino para emigrar
y el abrazo que le da
una madre al hijo que está parao.
Un tango largo largo que cuente
lo larga que es ya
la lista de ancianos sin na,
que se han quedao solos.
Tango largo para gritar
que llevamos en carnaval
quince largos años ya
sin decirle aquí ni pío
a nuestra alcaldesa.
Po aquí está mi tango largo
como promesa
pa mi viejo de mi alma
que aquí hay joven dando la cara
por esta tierra, por esta tierra.
El pellizco de Cai
sólo lo tiene Cai,
lo uniquito que queda
que ninguna tierra lo puede copiar
Un segundo,
dura sólo un segundo
pero ese escalofrío
ni nada ni nadie lo puede comprar.
Pellizquito sencillo y cortito,
todos aquellos tanguillos
que sabían atrancar
los oles que ya no arranca nadie cantando
porque aquí preocupa
mejor que un buen tango
una gran coral.
Po ahora un tango corto traigo yo
porque este sabor que de Cádiz sale
además que todos los montajes
tango corto pa esas mentes
que son mu cortas y no se dan cuenta
que cualquiera ya es capaz
en España de hacer una letra
pero el pellizco de Cádiz
sólo se puede mamar en Cai,
no hay que dejarlo que se nos muera.
* * *
Francisco Javier Sevilla Pecci y Manuel Sevilla Pecci
La infantería, 2011