Paseando por Cai
y mirando pal cielo
yo vi muchos carteles
de flamenco y palmero.
Paseando por Cai
sentí pena, caray,
de ser carnavalero.
Los flamencos de Cai
se merecen to eso
y quizás mucho más
pero perdonarme
pues nunca he visto por los balcones
a Don Paco Alba,
Antonio Martín o Joaquín Quiñones
que viva el flamenco
pero también nuestro Carnaval.
Pal congreso de flamenco
cuarenta y cinco millones
y pal nuestro sólo cinco
y encima es en subvenciones.
¡Qué vivan las alegrías!
y ¡Qué viva el buen compás!
¡Qué viven las bulerías!
y ¡Qué viva el carnaval!
Que si en la Merced el flamenco
ya tiene su mausoleo
aquí llevamos diez años
esperando mi museo
que me entienda el flamenqueo
hoy tengo que reventar.
No entiendo que aquí el flamenco
lo tengan como bandera
y a que nosotros por tientos
nos traten por peteneras.
Si al flamenco y carnavales
se nos vieran como iguales
cuando llegue ese momento
contigo juro que me partiré
el único tipo de tengo.
Francisco Cárdenas, Ramón Peñalver y José Mª Barranco
“Los Proscritos de la viña” 2008
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