Viña, a pasodoble me suena La Viña,
a peregrinos del marisco
y a la Virgen de un palmito, niña.
Fletilla, y el Mentidero me suena a Fletilla,
a una gitana haciendo versos
y a un parque que se ha hecho viejo, sin prisas.
A Lobato, al Beni, a Aurelio Sellé, Santamaría,
a la Perla, a Curro la Gamba a guitarras de alegría,
Pericón el Mellizo, a Vargas a coplas sin vergüenza
a gitanos por arte de Dios,
suena a pobres, a pan con aceite,
a camas calientes suena a qué sé yó.
Suena, a chirigotas Puntales me suena,
suena San Juan a Juanillos,
Puerta Tierra a Lechugino,
suena a Campuzano, a vino amargo,
esas salinas de nuestra tierra.
Suena, a Paco Alba el torreón que me suena,
San Juan de Dios a caballos,
mil atalayas a San Carlos
y a pito de nostalgia me suena, niña,
la fábrica de las cigarreras.
Mira, si hasta el suelo de Cai
me va sonando a Manuel de Falla en sus entretelas.
Suena Balón a pregones,
Pópulo suena a mesón,
Corpus suena a traje nuevo,
todo aquí tiene una voz.
Cai me suena a locos,
locos de músicas y letras
que guardan sus instrumentos
en la Caleta.
Antonio Martínez Ares
‘Calabazas’ – 1991