Soy un triste vagabundo
que va por el mundo
sin el antifaz
Charlot, Charlot…
Por accidente nació en Barcelona
pero ese jilguero
al poco tiempo se hizo viñero
y le dieron las llaves del cante.
En su garganta tenía la magia
y la melodía,
una elegancia desconocía
y esa cosa que tienen los grandes.
Y dejó su casa,
derramó su arte
hasta consagrarse
en una comparsa,
por España entera
llevando a su tierra
siempre por bandera.
Después se convirtió en leyenda,
historia de este carnaval
y el otro día vi en la prensa
cómo decía que no al antifaz.
No lo quiero
y que nadie se enfade
porque llega tarde
y le tengo manía,
no lo quiero
lo tengo muy claro
y sé que mi hermano
tampoco querría.
No lo quiero
porque en su baremo
no lo merecí
a qué viene a los treinta años
acordarse de mí.
Y se marchará
el viejo Charlot
como un caballero
hasta en la manera
de decir que no.
Y como con tus palabras
yo sentí vergüenza
hoy desde estas tablas
te hago una promesa
el antifaz de oro
no lo verás nunca en mi solapa,
palabra del Carapapa.
David Márquez Mateos
‘La canción de la laguna’ – 2020