Yo pensaba que esta tierra
era más libre y abierta
al llegar los carnavales,
yo pensaba que mi gente
era rebelde y valiente
pero seguimos en pañales.
De nuevo una chirigota
a la iglesia ha vuelto loca
por salir en procesión.
El Consejo de Hermandades
pide pena de garrote,
se confirma, estamos en manos
de tontos de capirote.
Que ellos son los padres
y el resto folclore,
aquí no hay tabúes,
eso era con Franco,
esto no se canta,
esto no se toca,
qué pena del Falla,
pescaíto en blanco.
Aquí lo que duele,
dejaros de historias,
es que salgan por televisión
cuarenta colgaos
del barrio la Viña
burlando a la religión.
Vamos a reirnos un poquito
de nosotros mismos,
de nuestras tragedias,
nuestros pesares.
Criticamos a los moros
pero en nuestra casa
estamos rodeaos de talibanes.
Callaros ya y devolvednos nuestra madrugá,
nuestras raíces, nuestro paso y la forma de cargar.
Pleno siglo XXI y siguen los cofrades
viviendo en los tiempos de Torquemada.
Cuando hace falta la ayuda
para un paso de misterio,
para una túnica, un manto,
auxilio carnavalero.
Hermanos de mi querida Taza de Plata
vamos a cortar los lazos
y que este año, y que este año
ay, os cante el Papa.
Antonio Martínez Ares
‘La chusma selecta’ – 2020