Ya no hay zapatos de cristal,
para Cenicientas perseguías,
ya no quedan hadas para cambiar,
calabazas por carrocerías…
Ya no queda luna
para que se agarren a tu vientre las semillas,
y que se acomoden a tu vida,
Tú ya no eres la niña fenicia,
para desembarcos en la orilla.
Ya no eres romana,
de guardarropía,
ya no eres mora,
la cautiva de la morería.
Eres la cristiana
de los largos días,
y la más anciana
de las ocho Andalucías.
La huella infantil
nunca se te borra,
se ha frenado aquí,
del ir y venir,
como la historia…
Arena de la libertad,
íntima del cante flamenco,
aunque las hadas ya no mandan…
Nadie me puede negar,
que en tus aguas está la magia,
y en tu orilla está la arena
hospitalaria.
Francisco Javier Villegas Mejías y José Luis Bustelo Sánchez
‘Los soldaditos’ – 1989