Yo quiero que esta tribu tenga un alcalde,
un hijo de esta tribu que la defienda,
que siglas del partido de donde venga
no importen más que la tribu
que es más importante.
Yo quiero que esta tribu tenga un alcalde
que nunca la abandone, que esté presente,
que tenga más cojones que un presidente
y que sea más valiente que cien mil cobardes.
Yo quiero que esta tribu tenga, sea como sea,
un alcalde que sienta su tribu
como Fermín Salvochea,
un alcalde varón o mujer
tribu nunca importarle
que sexo tenga su alcalde.
Las mujeres de aquí tienen una morada bandera
que ondeaba como nadie
Lolita la Piconera.
Un alcalde que estreche la mano
de los gaditanos
toítos los días,
un alcalde solo para tribu
y que no la comparta con dos parlamentos,
un alcalde sin bastón de mando
pa que hasta los indios le hablen de tú,
un alcalde que hasta el Nazareno
tenga que agarrarse más fuerte a la cruz,
un alcalde que si tribu lo votáis
cuando los jefes de las tribus enemigas
abran fuego sea capaz
de dar la vida por Cai.
Juan Carlos Aragón
‘Los americanos’ – 2003