Aquí de nuevo
me tienes para cantarte
lo siento por esa gente
que ya lo dudaba
y por aquellos
que pudieran alegrarse
cuando fueran a entregarse
de que yo faltaba.
Resulta fácil
regresar después de un premio
con la alegría del que acaba de ganar
pero qué amargo es el regreso, compañero,
si el año pasao te dieron una corná.
Pero cómo iba a faltarle a esos amigos
que disfrutan conmigo
a esos que se desviven por animarme
ni tampoco a esos buenos compañeros
que luchan con tanto esmero
por derrotarme.
Cómo iba faltarle al pobre impresentable
que este año el Diario jurado lo eligió
si yo te llego a faltar
de quién coño iban a hablar
esas lenguas envenenás del gallinero.
Aquí estoy de nuevo sin miedo al fracaso
y al día con el Ocaso
y es que por Cádiz me muero.
Manuel Santander y Francisco José Rosado
‘Los duros de Mollera’ – 1995