Con tanto polvo encima
pudiera ser que alguno pensara
que nos hemos cruzado andando
todo el desierto del Sahara.
Tierra tengo en los ojos
más cantidad que tiene Domecq
pero no se crean
que es de las dunas ni del siroco,
por Alá le juro
que una levantera fue.
Ca vez que sopla con fuerza ese levantito
a los nerviosos me los pone a cavilar.
Ya cogieron fama fatal
los pobres afilaores
que todas las maldiciones
a ellos van a parar.
Hasta el pan del día lo pone duro,
no dan pie con bola los tartajosos,
te pone la lengua como un felpudo,
te seca los sesos y te duele el coco.
Vuelan las persianas de los balcones,
las faldas de las chavalas
y el vino lo pone agrio.
No se puede salir, pescar, dormir
To el mundo va despeinao
y en todas las procesiones
los cirios van apagaos
Con este viento no hay
quien lea en la calle
ese peaso Diario de Cádiz.
Antonio García, Vicente Lozano, Pedro Callealta, José Zorrilla
‘Hay moros en la costa’ – 1984