Dicen que Cádiz es de cine
por su luz y su belleza,
por su historia y por su gente.
Dicen que es un alucine
que la ciudad se convierta
en Pamplona de repente.
Dicen los que nos dirigen
que es la ciudad que sonríe
y aquí estamos más que hartos
de estar siempre sonriendo
para que el Ayuntamiento
salga siempre en el reparto.
Cádiz es de cine
lo saben de sobra
los que te escriben
guiones de mierda,
que hace ya tiempo
te dieron el Óscar,
por el papel de puta Cenicienta.
Ya está bien servir de risa
de payasos figurantes
en escenas que propician
tus gobernantes, tus gobernantes.
La película de Cádiz
es otra historia más seria
donde esconden sus miserias
con sus falsos decoraos.
La película de Cádiz
yo la haría a la memoria
de ese Cádiz que han matao
con la música del viento
y el guión sobre la arena
y al reparto los paraos
de to Cádiz con su pena
o esos pobres de familia
alzando sus rudas manos.
Y a ver quién tiene cojones
para reirse del gaditano, del gaditano.
Antonio Martín García
‘Los caballeros de la piera reonda’ – 2010