El éxito de 1985 era difícil de superar y el nivel de calidad de las voces de ‘Entre rejas’ pesaba mucho, no obstante, el grupo sufrió algunos cambios incorporando a otro de los contraltos más laureados, Manuel Jesús Serrano Luengas, McGregor. De esta forma, se completa la delantera de oro del carnaval de Cádiz: Pedro Ramos, Catalino, McGregor, Kike Mayones y Caracol. En 1986 la comparsa volvía a ganar el primer premio con una idea totalmente distinta a lo que había presentado Antonio Martín el año antes. En este caso ‘Soplos de vida’ representaba a un vendedor de niños, en una estampa de corte costumbrista y una comparsa más pausada en lo melódico y en lo argumental, ya que la crítica que encerraba ‘Entre rejas’ aquí aparece de otra manera.
Cada mañana
él me esperaba
sentao en su banco
y entre los colores todos
escogía un blanco globo
el niño del globo blanco.
Quizá sería
que nunca la luz del día
sus ojillos negros habían conocío,
que la blancura anhelaba
y entre todo el colorío
como un sabio adivinaba
el color blanco florío
y seguro sentenciaba:
“Es blanca la paloma
de la paz que asolan
las guerras cobardes,
la vida de un niño
y el cariño de una madre
Es blanco el firmamento
que van destruyendo
los hombres absurdos”.
Cada mañana
sentao en su banco
él me esperaba
y con su sentir profundo
el niño del globo blanco
me fue demostrando
lo ciego que anda este mundo.
En 1987 vuelve a producirse una lucha parecida a la que tuvo en su día ‘Agua clara’ con ‘Robots’, donde tradición y modernidad peleaban por el primer premio. En esta ocasión la tradición venía de la mano de Pedro Romero y Aurelio del Real con su maravillosa comparsa ‘Con gancho’ y la modernidad de la mano de Antonio Martín con ‘A fuego vivo’. De esta manera Antonio Martín vuelve a darle un giro a la comparsa dotándola de mayor ritmo, un tipo espectacular y unas letras de altura. Finalmente ganó Antonio Martín la lucha y ‘A fuego vivo’ es una de las comparsas más recordadas de la historia de este autor.
Así de Juanillo
fantoche de trapo
a las llamas condenao
como de un sueño escapao
de una noche de San Juan.
Así de sencillo
cubierto entre harapos
y un poco de fantasía
que es una locura mía
locura de Carnaval.
Carnaval que quiero
y aunque desespero
a esta cita nuestra jamás faltaré
teniendo alegría
y un soplo de vía.
Que a mí nadie me reduce
y si creen que me doblegan
es que al verme no deducen
que mi mare caletera
sangre gaditana dio a mis venas.
Y me crie en la Caleta,
jugué a ser poeta, soñé en la Alamea
y me enamoró una niña
del barrio de la Viña, niña piconera.
Cruz Verde, Plaza las Flores,
por esos rincones aprendí la lección
y hacen falta mil cañones
pa quemar mis ilusiones,
que este Juanillo no muere
aunque le quemen hasta el corazón.
Así, Antonio Martín junto a Caracol y este mítico grupo consiguen un hito que no se ha vuelto a repetir, ganar tres primeros premios seguidos con tres comparsas que han quedado para la historia. Tras esta hazaña solo quedaba un camino: descansar. Por este motivo, Martín forma su antología que recorre toda España en 1988 y sirve para introducir algunos componentes nuevos de cara a su reaparición en el concurso en 1989 con ‘Tras la máscara’.