Yo vivo en Cádiz en una casa apuntalada
to las paredes están picaítas de la humedad,
en la cabeza me están cayendo siempre calichas
que eso parecen los papelillos del Carnaval.
Si por la noche a mí se me antoja hacerme un revuelto
na más que tengo que echar palante un poco el somier
y me aparecen unos pedazos de champiñones
que más quisiera tener Frudesa lo que yo tengo en la pared.
Mi casa es la mar de chica
tengo salita de estar, tengo la cocina,
y el cuarto de baño to a la misma vez
orino en una tacita,
tengo que dormir la siesta en una encimera
y en el fregadero me lavo los pies.
En el frigorífico es donde guardo
al laíto de las empanadillas
to los calzoncillos y los leotardos
y hasta incluso una bata de mezclilla.
Por eso a mí me entra trisnina,
por eso yo es que me pongo negro,
porque la verdad es que tiene guasa
por esa mierda de casa pagarme 300 euros.
Y encima de to me viene
el asustaviejas llamando al portón
a mí no me asustan nada
sus amenazas y sus fantochadas
a mí lo que más me afecta
es su forma tan poco delicada
usted es un asustaviejas
y yo de vieja a la vista está que no tengo nada.
José Luis García Cossío
‘Los que cosen pa la calle’ – 2006