A la plaza de las flores,
orgullo de mis paisanos,
le canto con mil amores,
rinconcito gaditano.
La escalera de Correos,
la fuente de Columela,
de Cádiz tú eres el centro,
yo te llevo dentro
plaza de mis entretelas.
Plaza de las Flores
todo el que te cruza
siente tu alegría,
colores y olores
y el aroma típico del freidor,
perfumes de nardos,
claveles y rosas
una bella estampa
llena de sabor,
llena de sabor,
llena de sabor…
Y qué de puestos de flores
que ocupan toda la plaza
y si cojo por La Marina
están las mesitas de la terraza.
Por el medio no hay quien pase
sin tropezar con un macetón,
voy como la abeja Maya
dando saltitos de flor en flor.
Cada puesto tiene un porche,
después un toldo y cuatro sombrillas,
catorce cubos de flores,
una mesita y un par de sillas.
Macetitas de palmeras,
clavellinas y margaritas
y en medio de aquella selva
no se ve ni a Luisita.
El quiosco de los ciegos,
el puesto las aceitunas,
el que vende los diarios,
los carritos de la plaza,
las rebajas de Soriano,
el top manta peruano
y a ver quién carajo pasa.
La agrupación
‘Los doctores Jekyll’ – 2005