Cádiz es la libertad
y la solidaridad;
Cádiz cuna del progreso;
Cádiz es la revolución
y nosotros, cómo no,
no presumimos de eso;
es la lucha del metal;
es gritar por la igualdad,
de Juan Carlos a Che Guevara,
aunque respetamos
a Carranza y Pemán;
que aquí somos muy de izquierdas
aunque gobernara la derecha
veinte años por casualidad;
Cádiz feminista
eso no se puede dudar
que hasta una comparsa
hemos visto ya en la final
y si no me gusta no es por machismo,
ni es cosa de chovinismo,
a mí eso me da lo mismo,
que esto es gusto musical;
Cádiz es andalucista
y a Caparrós le cantamos
pero cuando hay elecciones
su legado traicionamos;
Cádiz la de los currantes
siempre apoyando al obrero;
cadis si corten el puente
qué pesaos los de Astilleros;
en Cádiz manda la horquilla
pero nos vamos a Sevilla
a pasar su madrugá;
Cádiz cuida su cultura y su arte,
menos al carnavalero
que a ese no hay quien lo aguante;
el día que se muera ya habrá tiempo
de echar de menos todo lo que nos dio.
Ay Cádiz de cal y arena
entre risas y penas
se nos va la vía
y pronto llegara el día
en que dejen de llamarte
la cuna de la alegría
por la cuna de la hipocresía.
Antonio Pérez y Sergio Guillén
‘El embrujo de Cádiz’