Son muchos los españoles
entre los cuales también me encuentro
que al ritmo de las canciones
pues no había otra cosa tos fuimos creciendo.
En el colegio no usaban
calculadoras ni ordenadores
“Uno por uno, uno; uno por dos, dos; uno por tres, tres”.
La televisión de los dos rombos
con toque de queda a los menores
“Vamos a la cama que hay que descansar”.
Recuerdo esos tiempos con cariño
porque los viví de niño
no porque fueran mejores.
Ratatatata ratatatata…
algunas había que cantarlas por cojones
“Cara al sol con la camisa nueva”
Ratatatata ratatatata…
otras sonaban como los despertadores
“Quinto levanta, tira de la manta”.
Y aunque hubo otra que fuera
la campeona de Europa
“La, la, la, la, la, la, la”
solo me acuerdo de una
que da alegría cuando se recuerda
la única que se ha salvao
“Ay, vaporcito de El Puerto cuando en ti me embarco cuando en ti navego”
de cuarenta años de mierda y miseria.
Manuel Santander y José Manuel Prada
‘La familia Pepperoni (Vendetta)’ – 1998