Tú, chiquilla arrabalera;
tú, esquinita cañonera;
tú, guitarrita canalla;
tú, la pobreza en adobo;
tú, la justicia de Momo;
tú, amurallá y sin muralla;
tú, la capital de España;
tú, del francés la migraña;
tú, la siesta plateá;
tú, medicina salada;
tú, bailarina romana;
tú, pan, circo y carnaval;
tú, apostólica y folclórica,
la carne y el pescao;
tú, el vapor desde La Habana
con el tanguillo cambiao;
tú, semilla de árbol loco;
tú, la perfecta imperfecta;
tú, africana desteñía;
tú, el meridiano de la alegría
de este plantea;
tú, la escala en un crucero;
tú, con tus tripas abiertas;
tú, flamenco mataero;
tú, la arruga navegante;
tú, inventora de palabras;
tú, la lluvia sin paraguas;
tú y el sátiro levante;
tú, borracha de tristeza;
tú, los barquitos a dos velas;
tú, pentagrama en el agua,
corchuela y semicorchuela;
tú, el principio y el fin;
tú, la ilustre fregona
pa un país sin país;
tú, el sol contrarrestando
el frío del porvenir;
tú, el beso de la lengua de la orilla;
tú, la humedad disfrazá;
tú esperando a tus hijos
en el balcón regresar;
tú saltando al vacío
por el Puente Canal…
¡Qué maldita maravilla!
Antonio Martínez Ares
‘Los carnívales’ – 2019