Dame tu verbo atrevío
tu palabra que incinera
justificación cualquiera
pa no hacerte aún más mío.
Mi gitano, tu verbo atrevío
tu palabra aventurera
que de todas las maneras
una hoguera
desde siempre me has vendío.
Dame tus manos y agarra las mías
que la luna está escondía
y es que no quiere mirar.
Ven y derrama la sal lentamente
de mis pies hasta mi frente
que tus dedos impacientes
ya no sepan dónde pararse
porque donde toquen
se van a quemar.
Bébete los besos míos
como yo me iré bebiendo
cada uno de tus besos,
que la lumbre sienta celos
de las llamas de tus vuelos
de dos amantes posesos
que se entregan tan felices
a comer las perdices
de los fuegos más traviesos.
Ven y fúndete conmigo
hasta que esta noche llueva,
celebremos empapados
otra vez la luna nueva
que avergüence tanto macho
de caricias tan mezquinas,
de besos amoratados,
de besos ensangrentados,
de ternuras asesinas.
Como quiere mi gitano
a su gitana
si le pones una mano encima
si le pones una mano encima.
Juan Manuel Romero Bey
‘La cara oculta de la luna’ – 2018