En 1988 el coro de la viña se inspiró en el continente americano para el coro ‘Rodeo’, con autoría de Antonio Martín, José Martínez y la agrupación. Este coro se quedó con el tercer premio.
Al año siguiente, y para terminar la década de los 80, el coro tomó como autor a uno de los periodistas más conocidos de este país, Antonio Burgos. Él junto a Antonio Martín colaboraron con los tres siguientes coros de la viña. La aventura no pudo empezar mejor y ‘Takatá chinchin pompom’ consiguió el primer premio. Les dejamos con este tango que reivindica la copla española.
La Lirio y La Zarzamora,
Madrina y La Ruiseñora,
La Petenera,
La Piconera y Doña Sol.
Parrala, Pepa Bandera,
La Chiquita Piconera,
La Golondrina
y aquella Niña de la Estación.
No te mires en el Río,
¡ay!, mi Rocío,
porque ahora llegan,
Romance de Valentía,
Callejuela sin Salía,
las coplas de nuestra tierra.
María de la O,
Mari Cruz y Ojos Verdes,
No me digas que no,
María de las Mercedes,
Doña Eugenia de Montijo,
Rosario la de Aracena,
Rosita de Capuchinos,
Triniá la Sanluqueña,
¡Ay!, pena, penita, pena!,
Con una fecha por dentro,
óle, Catapún, La Otra
Y Sin Embargo Te Quiero.
Señor Sargento Ramírez:
no me pida que me olvide
y que coplas ya no cante,
si me las sé de memoria
porque me saben a gloria,
me las cantaba mí madre.
Mi madre así me dormía
con coplas que le salían
tan bonitas como bella era su voz.
Esas coplas me hacían
un tatuaje de vida,
un tatuaje de amor.
Tengo un nombre grabado,
que ese tatuaje no se ha borrado.
¡Vivan las coplas de Andalucía
que me decía
a mi la madre que me parió!
En 1990 de nuevo volvieron a ganar el primer premio y, si el coro anterior tenía unos aires muy carnavalescos, este tendría un toque cinematográfico. En 1989 se había estrenado la película ‘Batman’ dirigida por Tim Burton. Este fue el tipo que presentaron: los personajes de esta película. Como curiosidad, esta sería la primera vez que Antonio Martín se inspirara en Tim Burton, con quien volvió a emparentarse en la comparsa ‘Las locuras de Martín Burton’ en 2011. Os dejamos con este tango dedicado a la Alameda.
Anoche a mí La Alameda
me dio sus quejas
que ahora les cuento,
que ahora les cuento:
“No salgo nunca en las coplas”,
dijo envidiosa
como un lamento, como un lamento.
Me dijo que los poetas
con La Caleta
a ella la tienen medio olvidá,
siendo las dos gaditanas,
siendo las dos tan hermanas
cual hijas del mismo mar.
Y le prometí
que de este año no pasaba
que un tango le dedicara,
el tango que canto aquí.
Y mirando al mar,
me puse en su barandilla
y me salió esta coplilla
que con las olas decía así:
Bendición de Cádiz,
bella Alameda,
brisa y estrella,
balcón del mar, ay, que te mece
y que besa tus murallas
y se desmaya de blanca espuma,
jardines verdes.
Los más altos miradores
se asoman para mirarte
y sobre tu cielo
hay mil estrellas de centinelas
que por ti pasan la noche en vela
en las garitas de los baluartes.
Ya ves que te estoy cantando,
ay, mi Alameda, te estoy soñando,
con las dos torres que al mar se asoman
que al cielo vuelan como palomas,
torres del Carmen, torres del Carmen.