Sin la luz, sin nada de luz,
sin la luz, igual que en el cine,
así estoy, así siempre estoy
pa que tú, tú te lo imagines.
Imagínate qué es lo que debe ser
que tu madre te empuje pa afuera
y seguir igual, vivir la oscuridad
y sea noche hasta el día en que te mueras.
Ver de cerca con tus propias manos,
ver de lejos con tus dos oídos,
la gallinita ciega que aprendió a ganar
utilizando los cuatro sentidos.
Dicen que el amor es ciego,
no lo niego, seguramente así es
por eso te leo con mis deos,
por eso me sé tu piel
y nos volvemos ciegos los dos
si con nuestras manos nos hablamos
en el lenguaje del amor.
Oscuridad, prefiero tu ceguera
a la del coronel,
a esa venda en los ojos
que tiene el señor juez,
oa los mayores ciegos,
los que no quieren ver.
Oscuridad, prefiero esa ceguera
que te ha dado Dios,
porque tú ves el alma
a través de la voz.
Ves más que yo,
ves más que yo,
ves más que yo.
* * *
Antonio Pedro Serrano Álvarez
Mejó no salgo, 2012