Se escuchó el silencio en la emisora
y aún cargada de papeles
su vieja mesa se quedó sola.
Se marchó casi sin despedirse
y es que por su cabeza
siquiera rondaban ganitas de irse.
Y aquella noche ya de madrugada en la plaza Flagela
dicen que lo vieron llamando a la puerta
y recorriendo miles de pasillos, cientos de escaleras
hasta ir a parar a su palco de prensa,
cercano como cada noche,
dándole su vida, informar nuestra fiesta
hablando de forma elocuente,
un comentario de primera.
Sencillo y con media sonrisa
ya que se marchaba sin tener la suerte
de que Cádiz le ofreciera
ser el pregonero de su carnaval.
Y como ahora ya estás en la gloria
seguro que estás dando en una mesa
vueltas a la cabeza
para volver a dar vida a las ondas
y viene a tu memoria
tu inseparable siempre Carmen Tolla
y aquellos grandes momentos del gran carnaval.
Y seguro que estás
junto a tu radio sin pestañear
oyendo el concurso del Falla,
llorando y con la voz quebrada,
loquito por retransmitir
y volver a dar lo que siempre nos diste:
la entrega y el sentir la fiesta
como la sentías, don Pepe Benítez.
La crítica más elegante
como locutor es más grande
el que sin pelos en la lengua
regaló su voz a nuestros carnavales.
Guillermo del Valle y Tomás García
‘La civilización’ – 2011