Contemplando el Campo del Sur
solo me queda decir
ay, qué bonito es mi Cai,
y del puente hierro al Canal
se produce una quietud
que en el mundo no la hay.
Por eso vengo a cantarte feliz
abrazado a mi comparsa
con compases marineros pa ti,
tedio al sentir añoranza
de ser coplero en tus tablas.
Porque yo me muero por ti,
y me vuelvo loco por ti,
porque me envenenas,
en la tierra donde nací
no me canso de repetir
ole ole y ole,
tierra marinera.
Porque tú eres
como una barquilla
que siempre me espera
igual que una novia
en su cita primera
se desespera.
En el olvío he llorao mi ausencia
y mis emociones,
hoy vuelvo a cantarte
lleno de ilusiones.
Ay Cai de mis amores,
no sabes cuanto te quiero,
que lo sepa el mundo entero
ay Cai de mis amores.
Joaquín Quiñones Madera y Manuel Sánchez Alba
‘La corona’ – 2011