Escucha mi vida lo que ahora quiere papá enseñarte
para que en tu mente vaya naciendo ya este compás,
el compás de un tango, del tango más gaditano,
el que con estas palmas se va dejando balancear.
Mira como suenan en esta parte que es más alegre
y deja que tu cuerpo se mueva al son que ellas te darán.
Bájalas un poquito que los pianos son importantes,
pa que cuando arranquen hasta tu sangre quiera bailar….
pa que cuando arranquen hasta tu sangre quiera bailar.
Venga, ponte a tocar las palmas conmigo,
no te cortes, hijo mío, que mira tú lo bonitos
que en Cádiz se cantan los tríos.
Yo sé que a tí te gustan los pasodobles
pero ninguno de ellos se pueden tocar con palmas,
la herencia bendita de un pueblo.
Y ahora aquí córtalas, que el tango se va a parar,
y sigue meciéndolas despacito como se mece un recién nacido,
como se mecen tantos barquitos por alta mar.
Y ojalá te haya enseñado todo lo que yo siento por mi compás.
No pierdas el ritmo tócalas fuerte, que es el final,
que el mundo se entere lo que es un tango de carnaval
¡Ay! ¡Ay, de carnaval!
Francisco Javier Sevilla Pecci
“El maravilloso mundo de Cadilandia” 2009
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