Por vivir acomodao
en un armario encerrao
a mí me llaman polilla.
Hay machotes que no entienden
que aquí dentro hay mucha gente
que viven de maravilla.
Y me llaman maricona
por no tener las hormonas
Como Silvester Stallone
y me tachan de amoral
de cobarde y anormal
y de faltarme cojones
porque un macho de verdad
no es esconde y siempre está
donde estén sus pantalones.
Machote que navega entre sus babas
viendo fotos de menores
el que tapa con un burka
al amor de sus amores
o el señor que a su señora
la revienta a bofetás.
Más que machotes
el putero que putea a una puta sin piedad
el que abusa de una niña
sin importarle su edad.
Yo no salgo del armario
porque fuera del armario
hay más mariconas malas
pero malas de verdad.
Juan Antonio Bocuñano Llamas y José Antonio Gómez Rodicio
“Huele a ropero” 2009
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