Dicen que todas las noches
está la Torre Tavira
vigilando la ciudad
pendiente de los rincones
y de todas sus esquinitas.
Dicen que es una niñera
porque en toas las madrugás
allá desde las alturas
no para de vigilar
para que Cádiz se duerma
tranquila en su soledad.
Está pendiente al levante
pa que no haga travesuras
no vaya a ser que se escape
más allá de Cortadura
y no sepa regresar
en esas noches tan oscuras.
Le manda un beso a San Juan de Dios
y al muelle da su bendición, gong, gong.
La mar, vigila la mar
no vaya a robar
granitos de arena.
Está regañando al Camo el Sur
pa que deje a Santa Cruz
dormirse en su cuesta.
Está mandando a callar
a la Catedral, vaya niña esta.
A la nanita ea
se duerme en la Alameda
porque a sus niñas chicas
ya la debe de acunar.
La noche va acabando
ya se va a descansar
y se quea dormía
hasta despestarse en la madrugá.
Francisco Javier y David Márquez Mateo
“Los hijos del Lama” 1999
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