Pasan los días
mis ojos rojos y la mirada perdía
y es que no puedo vivir con esta agonía
casi arrastrada y sin poder ni caminar.
Salgo a la calle
entre carteles con su cara va su padre
pidiendo a gritos que la busquen, que lo paren
maldita sea la tarde que fue a comprar.
Dios mío, ¿Donde estará mi niña?
ya sólo quiero saberlo
si esta muerta o está viva.
Dios mío, devuélvela conmigo
que si quieres yo te cambio
y me llevas a mí contigo
y me llevas a mí contigo.
Por las noches le abro su puerta
la imagino acostaíta
abrazando a su muñeca
¿Dónde tienen a mi gitanita?
a mi luz me la han quitao
¿Dónde la tendrán metía?
¿Y si me la han maltratao?
Ay, Dios mío, no abandones
a mi niña que está perdía
y devuélveme pronto la luz
luz de mi vía, luz de mi vía, luz de mi vía.
Pedro Romero y Ramón de los Ríos
“Huele a Romero” 2008
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