Popurrí "El Polvorín"

por El Pater

Belén nos lo pedía y aquí está, el popurrí de “El Polvorín”:

Dicen que caía la noche
noche de verano teñía de dolor
cuentan los que la vivieron
que el cielo de rojo se sange tintó.
Sólo, sólo Dios lo sabe
de aquella tragedia cual fue la razón
Cai, cenicienta eterna
quedó entre tinieblas por una explosión.
Explosión de rabia y miedo
al saber que un polvorín
del que nada se sabía
no tenía que estar aquí
pero que importa si en Cai
acostumbran a sufrir
y dirán del gaditano
las penas suelen reír
yo maldigo a aquel gallego
que con mi pueblo jugó
arrancando tantas vidas
a sembrar tanto dolor
esa noche de verano
en el recuerdo quedó.

En el barrio de la Viña
la noche de la explosión
que de cristales volaron
to veas tú la que se armó
to el mundo pa la Caleta
se “enguanajó” del tirón
era lo que aconsejaban
los guardias la población.
Con todo el hambre que había
uno con gracia largó
yo no me quedo sin cena
y hasta la orilla llegó
con una sardina arenque
y un pedazo de miajón
y un pedazo moniato
que en la bulla se encontró
hay que ver que barbacoa
se montaba aquel gachó.

Barrio de Santa María
desarmaron las murallas
esas que te defendían
murallas de Puerta Tierra
que salvaron tantas vidas.
Barrio de los gitanos
ay, barrio mío
que tú sin alegrías
pierdes el sentío
pierdes el sentío, mare,
por lo vivío
que pena ver el barrio tan malherío.

Y otra vez otra tragedia golpeó el sector naval
dejando a mi Astilleros convertido en un solar
veintisiete gaditanos que tuvimos que enterrar
de luto la bahía sólo quería llorar.
Maldita sea la explosión
que llenó Cai de dolor
y sin trabajo nos dejó
sólo con hambre y represión
y nadie se podía imaginar
que tras sesenta años ven pasar
el Astillero sigue igual.

Aquí somos distintos
pa lo bueno y lo malo
eso no cambiará
es la indiosincracia de los gaditanos
y le damos honores
al que no los merece
olvidando sin más
a los que por Cai lucharon sin creces.
Y es que si aquella noche de agosto maldita
no fue mucho peor y acabó con más vidas
fue porque Tedi Junquera con unos valientes
con su valor evitó una segunda explosión.
Y tan sólo un paseo
nos recuerda su nombre
poca cosa pa un hombre
que la vía se jugó
merece un monumento
pero es lo que hay
son las cosas de Cai
y que no entiendo yo.

En el firmamento
no brillan luceros
son almas de niños
que vuelan pal cielo
huérfanos de guerra
niños y luceros
que en aquella noche
pa siempre murieron.
Mi barriada España
pozo de amargura
llora su tragedia
en la noche oscura
buscan unas madres
en la casa cuna
de entre los escombros
a sus criaturas.
El dolor de Cai se apoderó
la explosión se llevó la ilusión
el clamor de un pueblo que pidió
al poder al guna explicación.

En lo que fue tal silencio
tan sólo, tan sólo
fue lo que encontró
un mar de dudas al aire
que pa siempre fue
lo que en la historia quedó
no se buscaron culpables
de aquella, de aquella
maldita explosión
y se tragó su desgracia
mi Cai, mi Cai
con resignación.

Y mi pueblo como en tantas cosas
ni perdona ni olvida
que verdades a medias, señores
son igual que mentiras
y por eso en nuestra memoria
seguirá estando viva
Varios cientos de esos gaditanos
que perdieron su vida.
Polvorín de marina
sigue abierta su herida
y no puede cerrarse
si la verdad se archiva
De la historia más negra
fue mi infierno y mi vida
esta tierra tan grande
olvidar reprimida.
Es inútil que quiera
preguntar todavía
¿Por qué? ¿Por qué?

Antonio Álvarez González
“El Polvorín” 2007
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