Qué sabe ese rincón de mi casa
donde todos los años
yo le escribo a mi comparsa.
Qué sabe ese escritorio viejo
cuando de madrugada
no me sale lo que quiero.
Rodeao de placas y diplomas
y coplas de compañeros
que de vez en cuando me las canto
y, de paso, aprendo tanto
con lo que ellos te escribieron
y aunque las musas estén por las alturas
no me hace falta su ayuda
pa decir Cai te quiero.
Allí nació Carmen de la trenza,
allí voló hasta el cielo un bombero
y allí monté en barca a mi sirena
porque quería ser su marinero.
Y allí tengo colgao
un retrato de Paco Alba
con la caleta al pie:
“Tiene la luz de plata”.
Y un grito en la pared
de posters y recuerdos
a mi Virgen del Carmen,
a la Alameda, el Nazareno
pero mi corazón
siempre estará presente
con los que todos los años
van conmigo siempre a muerte.
Y allí sus veinte fotos están
una por una dedicadas
en mi casa, en mi rincón
de mi comparsa del alma.
Joaquín Quiñones y José Martínez
‘Dando leña’ – 1997