Corren unos tiempos tan extraños,
tan turbios y tan huraños
y este es un pueblo tan corto
que ha logrado que, mordiendo el cebo,
se abra el debate de nuevo
sobre el derecho al aborto.
Si los relojes no se mueven hacia atrás,
ni el viento, ni la experiencia,
¿por qué va a hacerlo nuestra conciencia?
y si ese tema era un triunfo logrado
con su argumento cerrado
¿quién lo pretende ahora abrir?
Alguaciles de la vida,
de la vida que ellos quieran,
como si venir al mundo
eso ya la vida fuera
irritándose y chillando hasta rabiar
para que nazca más gente,
ya cómo vivan esos nacientes,
no importa nada y cada cual
quede a su suerte.
Y en el colmo del cinismo
ignoran con su paternalismo
y una mujer siente y sabe
que los latidos de un vientre
son latidos de una madre.
Las madres aman la vida,
el amor y sus cuidados,
ellos tan solo desean
carne fresca pal Estado.
Si nacer es un derecho
también lo es tener un techo
y vivir con dignidad.
La defensa de la vida
no está en una ecografía,
estar en conceder ayudas
pa formar una familia,
en los sueldos, en los precios,
en la vivienda y el derecho
a conciliar la propia vida.
Quita tus garras, tu credo y tus manos
de los úteros sagrados
porque tú ni amas la vida,
ni a la gente, ni a más nada.
Lo que tú quieres en verdad
es imponernos tu moral
para obligar a la mujer a ser tu esclava.
Miguel Ángel García Argüez y Raúl María Cabrera Fernández
‘Los esclavos’ – 2023