Según Valdivia, el sistema podría chocar con la actual Ley de Espectáculos, ya que asegura que cualquiera que compra unas entradas en la taquilla puede hacer con ellas lo que quiera, «venderlas, tirarlas o regalarlas», puntualizó.
Además, se mostró crítico con la nueva actitud mostrada por el colectivo que lidera Paco Cárdenas, «ya que el 85% de la reventa que existe en la actualidad la alimentan las propias agrupaciones», puntualizó. En este sentido, explicó que muchos autores colaboran de forma directa con quienes revenden las entradas y que los utilizan para poder adquirir las mismas sin tener que ponerse en cola y llenar el teatro con sus aficionados. «Todos sabemos que al día siguiente de que se celebre el sorteo del orden de actuación de los grupos, los teléfonos de los reventas no paran de sonar con peticiones de autores», agregó.
Vigilancia
Sin embargo, el portavoz del colectivo Asín-é sí se mostró partidario de acabar con el fenómeno de la reventa por el bien de la fiesta. En este sentido, señaló que la solución para conseguir un concurso limpio es que el Ayuntamiento incremente la vigilancia policial cuando se ponen a la venta las localidades en el teatro. Según Valdivia, «los agentes se sitúan a más de cincuenta metros de la cola y no intervienen nunca», criticó el autor, que también advirtió de otras supuestas irregularidades en la venta de entradas.
Por este motivo, el portavoz del colectivo de intérpretes advirtió que el nuevo sistema de entradas que se está gestando podría encontrar adversarios en muchos autores y criticó «la hipocresía» que se mueve en el mundo del Carnaval.