La delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, asegura que “pondré todo mi empeño en realizar los trámites oportunos” · El trámite hasta que la UNESCO se pronuncie se puede alargar varios años.
Pero el camino no es fácil, sino que puede alargarse (en caso de que los trámites se cumplieran y se fueran aprobando) durante varios años.
Lo primero que se debe hacer, en la escala del procedimiento, es que el Ayuntamiento de Cádiz elabore el informe en el que se basa la petición, en el que se deben explicar, entre otros criterios, la tradición, la historia, las peculiaridades o el arraigo del carnaval en la cultura gaditana. Sobre este punto, el teniente de alcalde delegado de Fiestas, Vicente Sánchez, afirmaba ayer que tiene previsto sentarse con Autores “para ver qué tramites concretos son los que hay que seguir y comenzar a trabajar en ello”, ya que desconocen si el procedimiento es el mismo que se siguió en su día con la petición de Patrimonio de la Humanidad de la propia ciudad -aún sin respuesta-. Igualmente, la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, también se mostró ayer favorable a esta propuesta, afirmando en una rueda de prensa que contará con “todo el apoyo” del Ayuntamiento, que tramitará toda la documentación que haga falta para facilitarlo.
Este informe pasaría posteriormente a la Junta de Andalucía, administración de la que exclusivamente depende que la iniciativa de Autores prospere o no. Por tanto, es “requisito imprescindible”, como lo califican desde el Ministerio de Cultura, que la Junta asuma el proceso administrativo pertinente. Sobre esto ya se ha pronunciado la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, que afirmaba ayer a Diario de Cádiz que si la propuesta depende de la Consejería de Cultura, “pondré todo mi empeño en realizar los trámites oportunos”, si bien señalaba que, de momento (como es lógico) “no nos consta que nos haya llegado una petición para iniciar los trámites”.
Será la Junta de Andalucía, por tanto, la que tenga que defender esta propuesta en la Comisión de Patrimonio, un órgano en el que están representadas todas las comunidades autónomas de España. En esta comisión, que reúne una vez al año, se decide, en primer lugar, qué propuestas pasan a engrosar una lista indicativa de peticiones y, posteriormente, una de esas propuestas se eleva a la UNESCO para que lo estudie y tome una determinación al respecto. Es aquí donde se prevé que la propuesta del Carnaval de Cádiz como Patrimonio de la Humanidad se alargue durante varios años, ya que en cada reunión de la Comisión de Patrimonio se eleva a la UNESCO una única propuesta de cuantas presenten las comunidades autónomas y de cuantas formen parte ya de esa lista indicativa de peticiones.
A favor cuenta la propuesta con que, a priori, cumple los requisitos establecidos tanto por la Junta de Andalucía (en su definición de Bienes Patrimonio de la Humanidad de naturaleza cultural) como por la UNESCO (en el documento de la convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, de 17 de octubre de 2003). La administración autonómica entiende que el bien de naturaleza cultural debe, entre otras opciones, “aportar un testimonio único o por lo menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización que sigue viva o que desapareció”. Por su parte, la UNESCO entiende que el patrimonio cultural inmaterial se manifiesta, entre otras cosas, en “usos sociales, rituales y actos festivos”.
Si todo el proceso llega a buen puerto, y el Carnaval de Cádiz se declara Patrimonio de la Humanidad, el único beneficio directo que obtendría la fiesta sería la protección por parte de la UNESCO y del propio Estado español. No obstante, de manera indirecta el carnaval ganaría en prestigio internacional, que a su vez generaría mayores índices de turismo, entre otras ventajas que serán consecuencia de esta propuesta lanzada por Autores.