Cádiz, Tacilla de plata,
perla engarzada en el mar,
tierra fundada en la antigüedad
por los fenicios creo recordar
aunque este último dato he de contrastar.
Llena de facha…das blancas
tan relucientes de cal
que al mirarlas fijamente
te puedes hasta cegar.
La Alameda es algo espectacular,
contemplarla es un placer para los ojos
desde el último balcón del Anteojo.
Ay, y, y, y, y, y, y, y…. y…. bueno, es igual.
Y esa Caleta en bajamar,
un paraíso terrenal,
con sus coñetas que son un primor
y con sus truchas una bendición.
Y ese club náutico, lugar maravilloso,
aunque la entrada, es una pena, es para socios
pero si un día quiere entrar
vaya a la puerta
y diga usted que va de parte nuestra.
José Luis García Cossío
‘Con el sudor del de enfrente, pero decidnos “Los ricos”‘ – 1993