A partir de mañana en el blog vamos a hacer algo que no habíamos hecho antes y es que vamos a rescatar presentaciones del carnaval de Cádiz para analizar cuáles son los temas que las componen, es decir, las canciones originales cuyas músicas sirvieron para que los autores de carnaval presentaran su agrupación. Vamos a tener de chirigotas, comparsas y coro y las iremos repartiendo a lo largo de toda la semana desde el lunes hasta el domingo. No lo pierdas, a partir de mañana “TU MÚSICA ME SUENA” en Al compás gaditano.
En 1998 Antonio Martín vuelve a componer para tres agrupaciones finalistas. En primer lugar, el coro ‘Al liquindoi‘ consiguió el cuarto premio, siendo su última colaboración con este grupo hasta 2004.
En chirigotas volvió a poner música a las letras de Carapalo y Sánchez Reyes (que también firmaba el coro anteriormente citado) consiguiendo un tercer premio con ‘Club de fans de Estrellita Castro‘.
En comparsas vuelve a tirar de un tipo costumbrista y se luce con una de las puestas en escenas más complicadas de la historia del carnaval. Lleva hasta el Falla un auténtico patio de vecinos típico del Cádiz antiguo y precisamente el nombre de la agrupación fue ‘Patiovecino‘. Esta comparsa fue tercer premio tras ‘El cielo de Cádiz’ (segundo) de Tino Tovar y ‘Los piratas’ (primero) de Martínez Ares.
En 1999 toma la decisión de no llevar su comparsa al concurso del Falla, aunque sí plantarla en la calle no como antología sino con un repertorio nuevo y de calidad. Eran ‘Los contrabandistas‘.
Tras esta agrupación, Antonio Martín sigue en el carnaval colaborando aunque sin prestar su nombre, de modo que tendremos que esperar hasta 2004 para volver a encontrar su nombre firmando dos agrupaciones: una chirigota y un coro.
La chirigota en cuestión fue ‘Los virtuales, llegó el desmatrix‘, la segunda entrega de la chirigota virtual a la que ponían letra muchos autores de todo el mundo y a la que Martín puso la música. Se quedaron en las preliminares.
También se quedó en preliminares (y por primera vez en su historia) el coro de la Viña con autoría de Martín, Carapalo y Sánchez Reyes. Se llamó ‘Hotel Caleta, pala y pico‘.
Al año siguiente saltó la noticia que muchos de sus aficionados llevaban esperando desde el año 1999, Martín volvía al Falla con su comparsa ‘El revuelo, los viejos copleros nunca mueren‘. El grupo estaba formado por antiguos componentes suyos como Antonio Trujillo (El Catalán) que fue director, McGregor, Catalino, Fali Vila, Pacoli, Chipirón, etc. La comparsa gustó muchísimo, sin embargo no obtuvo plaza en una final en la entraron cinco comparsas.
En coros volvió a ponerse al frente del coro de la Viña y éste volvió a pasar a semifinales con ‘Rebelión a bordo de la patera Mangoli‘.
En 2006 volvió a componer para el coro de la Viña por última vez. Junto a Luis Ripoll escribieron ‘Hecho en Cai‘, un coro que se quedó en la semifinal.
En comparsas también entró en la final siendo la dirección del hijo del director de su anterior comparsa Francisco Javier Trujillo. ‘La Quintaesencia‘ fue una comparsa rejuvenecida donde Martín, una vez más, dio una vuelta de tuerca a su estilo de siempre consiguiendo un primer accésit.
En 2007 siguió con el mismo director y prácticamente el mismo grupo con ‘Los hijos de la libertad‘ consiguiendo un cuarto premio en una comparsa que sonaba un poco más a su estilo clásico pero que no llegaba a demostrar que Martín había vuelto fuerte con su estilo de siempre.
En 2008 sí que volvió a renovarse mirando a lo más clásico de su repertorio. ‘Los héroes del 3×4‘ era una comparsa que recordaba a sus mejores años con un grupo donde brillaban Fali Vila, El Pájaro y Zeus Marín y donde Pacoli se hacía con la dirección del mismo. Gustó mucho, sin embargo, quedó fuera de la final en cuarta posición.
En 2009 vuelve a componer para un coro con letra de Paco Cárdenas y Ramón Peñalver, fue ‘Los celtas largos y con boquilla‘ y se quedaron en cuartos de final.
En comparsas Martín volvió a protagonizar otro intenso duelo, esta vez a tres. Las tres comparsas finalistas fueron ‘Los trasnochadores’ de Jesús Bienvenido, ‘La pensadora gaditana’ de Quiñones y Bustelo y ‘La mare que me parió‘ de Antonio Martín. Cualquiera de estas tres comparsas pudo haber ganado pero cuando la final llegaba a sus últimos minutos de vida, Martín reventó el teatro con un pasodoble crítico a la desaparición de Marta del Castillo que hizo que la balanza se inclinara a su favor consiguiendo de nuevo el primer premio, tras doce años desde el último con ‘Los buscavidas’.
Que se apaguen las coplas
y callen las guitarras,
que temblando mi boca
quiero gritar basta.
Que encierren a esos ogros
de malas entrañas
y que se haga justicia
en el nombre de Marta.
Loco, y ahora dirán
todos que estás loco.
Libre, te pondran en la calle libre.
Loco y el corazon
de ese padre roto.
Y vengan protectores
pa que te socorran
que hay que reinsertarte
cueste lo que cueste
y que otras Martas
corran la misma suerte,
la misma suerte.
Porque tú sigues vivo
y ahora te harán un heroe televisivo
pa que les cuentes
tus fechorias, tus fechorias.
La misma sociedad que te hizo asesino
luce contigo su hipocresia.
Callen las coplas y las guitarras
porque mi boca temblando está,
por decirle a esa gentuza gritando basta
tened presente que todos somos padres de Marta,
padres de Marta, nuestra niña Marta.
Al año siguiente colaboró musicalmente con el coro de Juan Antonio Lamas en el que también participaba José Antonio Burgar ‘El cofre del tesoro‘ quedándose a las puertas de la final.
Sí que entró en la final con su comparsa ‘Los caballeros de la piedra reonda‘. Con la misma fuerza del año anterior pero con un repertorio bastante conseguido se quedó en tercer lugar ante dos grandes comparsas como ‘Medio siglo’ de los Majaras del Puerto (segundo premio) y ‘Los santos’ de Jesús Bienvenido (primer premio).
En 2011 volvió a dar un cambio en su comparsa y, sin renunciar a su estilo de siempre, suavizó la fuerza de los años anteriores para ganar en dulzura. ‘Las locuras de Martín Burton‘ representaban al sombrerero loco de la película de Tim Burton ‘Alicia en el país de las maravillas’. Esta comparsa, con los cuplés de José Guerrero (El Yuyu), aunque gustó mucho quedó en tercer lugar tras ‘Juana la loca’ de Tino Tovar (primer premio) y ‘Los currelantes’ de Jesús Bienvenido (segundo premio).
Ese mismo año también compuso para el último coro del desaparecido Juan Antonio Lamas, al que también ponían letra Ramón Peñalver y Paco Cárdenas. Era ‘El asedio‘ y se quedó en cuartos de final.
En 2012 sacó su comparsa tras sufrir una grave enfermedad que lo mantuvo mucho tiempo ingresado en el hospital. Finalmente y en tiempo récord se recuperó y consiguió llevar al teatro una comparsa de su estilo guerrillero ‘Se acabó el cuento‘. A este grupo volvió ese año Caracol que no participaba en una comparsa de Antonio Martín desde 1999 y que había formado parte en esos años de la comparsa de Joaquín Quiñones. Esta comparsa quedó como primer accésit fuera de la final en cuarto puesto.
También hizo la música ese año del coro ‘¿Listos los de atrás? ¡Listos!‘ que venía a seguir el legado de Lamas, con autoría de Paco Cárdenas y Ramón Peñalver, estando en cuartos de final.
En 2013 el coro ‘Guais, plais mais‘, al que Martín puso músca y J.A. Vera Luque, Amaro Portillo, J. L. Espinosa pusieron letra homenajeó a los cuartos clásicos del Peña y el Masa llegando hasta cuartos de final.
En comparsa, Martín volvió a llegar a lo más alto en un año donde la competición fue fuerte. En la final estuvieron además del grupo de Martín, la comparsa de Kike Remolino y José Manuel Cardoso ‘Los válidos’ que se quedó en segundo puesto y la comparsa de uno de los antiguos componentes de Martín, Juan Fernández, ‘El Rey Burlón’ que se quedó tercero. La comparsa de Martín cambiaba de nuevo de estilo y de director, llegando a la agrupación Ángel Subiela y Carli que tantos años habían luchado contra Martín con autores como Martínez Ares, Carapapas o Tino Tovar. La unión fue fructífera y consiguieron el primer premio con ‘La comparsa del genio‘ a la que Manuel Morera ponía letra a los cuplés.
¿Quién ha frotado mi tacita?
¿Quién me ha vuelto a despertar?
tres mil años encerrao
y ahora me viene a llamar,
con la que tenemos encima
di que puedo concederte
si la luz del firmamento
es lo que puedo ofrecerte.
Que no hay fórmulas escritas
ni genio que las entienda
que para vivir la vida
tienes que coger las riendas,
yo no tengo más poderes
que toíto lo que invento
vente conmigo si quieres
y te enseñaré
por qué a mi me llaman genio.
Amanece un nuevo día
con sus penas y alegrías,
a ver como lo libramos,
ponte tus mejores galas
que nos vamos por la vida
que aunque no te la regalan
esta vida es un regalo,
aunque por más que nos dañan
pintaremos la mañana
verde esperanza y azul,
y a descorrer las persianas
de las ventanas del cielo
que el sol nace pa tol mundo
y si te apagan la luz
alza tus manos a la esperanza
y ríete mientras que puedas,
que nadie merece tus lágrimas,
que llorar no vale la pena,
que no te vengan con mentiras,
que no te compren con dinero,
que no te arruinen la vida
políticos ni banqueros.
Y si la vida te regala
eso que hacer con tu camino,
echále genio a la vida,
echále genio,
que no puedan contigo,
echále genio a la vida,
echále genio,
que no, que no, que no, que no…
Por na del mundo te acobardes,
arriésgate que nunca es tarde,
que los cobardes nunca ganan,
para librar esta batalla
echále genio a la vida,
echále genio,
que no, que no, que no, que no,
que no puedan contigo.
En 2014 Manolo Santander tras algunos años de no sacar su chirigota volvió al teatro y lo hizo con la música de Antonio Martín con el que ya había trabajado en las chirigotas del Petra y Carapalo. Fueron ‘Los destripadores de la calle Londres‘ y quedaron en semifinales.
Ese año su comparsa, de nuevo con Ángel Subiela como director, se inspiró en la figura de Diego Carrasco para sacar ‘Los hippytanos‘ y hacer una fusión musical. Esta comparsa consiguió el segundo premio y destacó de su repertorio el pasodoble que dedicaron a Paco de Lucía pocas horas después de saberse de su muerte.
Al año siguiente, varios componentes de la comparsa deciden descansar y la agrupación no sale, aunque sí que Martín colabora de nuevo haciendo la música a la chirigota de Manolo Santander ‘Los del puntaso en el coco‘, inspirada en Antonio Reguera y llegando hasta las semifinales.
En 2016 vuelve a componer para tres agrupaciones. El coro de Antonio Procopio, Paco Cárdenas y Ramón Peñalver ‘Capitanes del sur‘ estuvo en cuartos de final con la música del autor viñero.
En chirigotas vuelve a colaborar con Manolo Santander, esta vez quedando en cuartos con ‘Una especie en extinción (los chirigoteros)‘.
En comparsas vuelve a renovar grupo y estilo sacando ‘Comparsa los invencibles‘. Esta agrupación gustó muchísimo en su primera actuación pero con el paso del concurso fue perdiendo seguimiento hasta quedarse finalmente en semifinales.
En 2017 se rompe el grupo y Martín recurre a un grupo de antología de 30 años de ‘Soplos de vida’ donde participaba aquella mítica fila delantera: Catalino, Kike Mayones, Caracol, McGregor y Perico Ramos. Estos componentes históricos y componentes muy jóvenes formaron la comparsa ‘Ley de vida‘ que se quedó en semifinales y donde el autor se despidió con un emotivo pasodoble en las semifinales.
No obstante, la comparsa fue invitada a la final a modo de homenaje a su autor y sus cincuenta carnavales. En esa actuación la emoción estuvo presente en todo momento y el coplero se fue con un actuación donde le cantó a su Caleta, a Rosarillo, a Carmela, etc. Y su despedida fue a lo grande, cantando la presentación de ‘Caleta’.
(Vídeo subido por Carnavalsur)
Y hasta aquí llegó la historia del niño de San Vicente, el autor que se forjó a base de aprender de los maestros y que llegó a ser maestro del carnaval. La trayectoria de comparsas de Antonio Martín se ha acabado y ha dejado paso a una juventud a la que ha acabado dejando paso. Se puede retirar con el conocimiento del deber cumplido y con un palmarés que va más allá del Falla con premios como el Antifaz de Oro, el Baluarte del Carnaval, Pregonero, Gaditano del año 2017 y teniendo una estrella en la puerta del Falla con una de sus coplas.
El año 1991 Antonio Martín traería de nuevo la música de la chirigota de Carapalo con ‘Bebé a bordo‘ que quedó en segunda posición tras ‘Los príncipes encantados, gracias igualmente’ del Lobe.
En coros también bajó al segundo puesto con ‘A Venecia del tirón‘, inspirándose en la ciudad italiana de los canales. Este coro contó de nuevo con la autoría de Antonio Burgos.
En comparsas, sin embargo, volvió a repetir primer premio con ‘Encajebolillos‘, una comparsa flamenca y clásica donde las haya. De nuevo el clasicismo ganó frente a la innovación que suponía su rival más directo: Antonio Martínez Ares con su comparsa ‘Calabazas’. De ‘Encajebolillos’ podríamos destacar muchas coplas pero nos vamos a quedar con esta en la que el autor muestra su rechazo al cierre del Hospital Mora.
Barrio de los caleteros
como te llevo en mis adentros
las jangas que a ti te hacen
a mi me parten los sentimientos.
En el barrio de la viña
esas calles que colindan
con nuestra bella caleta
se van a morir de rabia
si pronto no desagravian
el daño que las contempla.
Después de un montón de años
sobre el viejo Balneario
que fue la entrada al divino templo,
de sus viejas ruinas
una absurda piscina
alzarán de cemento.
Y en frente el hospital
bendito edificio
que un gran gaditano quiso
que fuera pa nuestro suelo
donde curan las penas y desventuras
y al mismo tiempo la cuna
donde mis niños nacieron.
Ay, una historia así
no pue ser verdad
que unos gobernantes
por mal talante
quieran borrar.
Ay, Caleta y hospital
ay, mi hospital y mi caleta
quién se atreve a destrozar
si lo que nace inmortal
no hay leyes que lo someta.
Les caiga una maldición
a esos gachós desgraciaos
que en su piscina se le cortaran la digestión,
echaran por la boca el pulmón
y el hospital cerrao.
Al año siguiente vuelve a hacer la música para la chirigota del Carapalo, repitiendo segundo premio con ‘Bien nos diste coba… Cristoba‘ ya que el pelotazo de ‘El que la lleva la entiende’ (Los borrachos) fue insuperable.
En coros volvió a bajar quedando en tercera posición con ‘Los pájaros‘ en la que será la última agrupación con la autoría del periodista sevillano Antonio Burgos. Este coro quedó superado por ‘Tutilimundis’ de Nandi Migueles y Pepe Marchena y ‘Guanahaní’ de Antonio Rivas y Julio Pardo, primer y segundo premio respectivamente.
En comparsas quedó en segunda posición con ‘Los trotamúsicos‘, todo un homenaje a los músicos del carnaval a través del tipo de un hombre orquesta. Precisamente, su discípulo y rival, Antonio Martínez Ares también eligió el mismo tipo aunque con ideas y planteamientos completamente distintos. Ese año el primer premio fue para Joaquín Quiñones y Pepito Martínez con ‘Suspiros de Cai’. 1992 sería el año en el que por última vez, Pepe el Caja y Antonio Martín sacaran juntos una comparsa.
En 1993, tras la ruptura entre Martín y su director, la dirección corre a cargo de José Luis Mejías y su grupo perdió a voces importantes como McGregor o Catalino. Ese año Martín volvió a renovar su estilo con una puesta en escena llamativa. Su comparsa fue ‘El titiritero‘ y consiguió un tercer premio, por detrás del segundo de ‘El bache’ de Paco Rosado, Luis Ripoll y Erasmo Ubera y de ‘Los miserables’ de un Antonio Martínez Ares que por fin superaba a su maestro.
Ese mismo año no compone para el coro de la Viña, aunque sí para una chirigota. La chirigota del Lobe se ponía en manos de este autor con la idea de partirse de risa durante todo el repertorio, y eso fue lo que hicieron con ‘Partido de Risa Obrero Español‘, que se quedó con un segundo premio detrás de ‘Con el sudor del de enfrente pero decidnos los ricos’ del Selu.
Al año siguiente volvió al coro de la Viña, aunque esta vez no obtuvieron premio con ‘Al ataque‘ compartiendo autoría con Antonio Miranda.
En chirigotas continúa con el grupo del Lobe y saca una agrupación con aires argentinos, era ‘Los tangos bien puestos‘, destacando de la misma el estribillo. No obtuvo el pase a la final.
Sí que consiguió estar en la final con su comparsa ‘Las verdades del barquero‘, aunque de nuevo con un tercer premio, ya que ese año volvió a ganar Antonio Martínez Ares con ‘La ventolera’ y en segunda posición quedó ‘Güenagente’ de Pedro Romero y José Manuel Prada y parte de su grupo: su antiguo director (Pepe el Caja), Catalino, McGregor, Kike Mayones, etc.
En 1995 volvió a meter en la final a sus tres agrupaciones. El coro de la Viña con autoría de Antonio Miranda fue cuarto premio con ‘Los cuentistas‘. Quedó por detrás de ‘El pregón’ (primero) de Antonio Rivas y Julio Pardo, ‘¡Qué latazo!’ (segundo) de Nandi Migueles y Pepe Marchena y ‘El coro de los niños’ (tercero) de José Luis Sánchez del Pino y Salvador Longobardo.
En chirigotas cierra su ciclo con el Lobe con un tercer premio y ‘Los hombres de Neardental, hola qué tal‘ que quedó por detrás de ‘Los lacios’ del Selu (primero) y ‘Los últimos en enterarse’ del Yuyu, Sánchez Reyes, Carapalo y Paco Rosado y por delante de ‘Los caballeros de la Edad Media’ de Paco Cárdenas, Ramón Peñalver y el Noli.
En comparsas ganó Joaquín Quiñones y Pepito Martínez con ‘Los charrúas’ y en segundo lugar quedó Antonio Martínez Ares con ‘El brujo’. Martín quedó en tercer lugar con ‘Los principiantes‘, una comparsa en la que el autor volvía a participar como componente tras varios años de estar únicamente escribiendo. De esta comparsa ha quedado para la historia su magnífica presentación o aquel pasodoble en el que homenajeó a Paco Alba.
Al año siguiente, 1996, volvió a ser tercer premio con ‘Los Quijotes del sur‘, aunque en muchas quinielas optaban a todo. El primer premio fue para ‘La trinchera’ de Martínez Ares y el segundo para ‘El viejo refranero’ de José Manuel Prada. En cuarto lugar quedó la comparsa jerezana de Antonio Busto ‘Grumetes gaditanos’. Antonio Martín acertó con tipo y letras pero parecía que estaba pasando por una mala racha en la clasificación, no consiguiendo pasar del tercer premio desde que dejó a su antiguo director.
En coros también obtuvo un tercer premio con ‘El chichobolo‘ donde compartía autoría con José Manuel Sánchez Reyes. El primer premio fue para Julio Pardo y Antonio Rivas con ‘Buque escuela’ y el segundo para ‘¡Oh Cádiz!’ de Antonio Segura y Adela del Moral.
En chirigotas ese año colaboró con el Libi y con el grupo del Petra al que ya pusiera música en chirigotas como ‘Hasta que la muerte nos separe’ o ‘Bebé a bordo’. Fueron ‘Hasta las mismas trancas, Cádiz‘ y su tipo escatológico no pasó a la gran final.
En 1997 es elegido pregonero del carnaval y presenta dos agrupaciones a concurso. En primer lugar el coro de la Viña con autoría de Sánchez Reyes consiguió el primer premio con ‘El habla de Cádiz‘, siendo éste el último primer premio del coro viñero.
En comparsas también fue primer premio con ‘Los buscavidas‘, una comparsa de estilo clásico que competía con ‘El vapor’ donde Martínez Ares intentaba sellar la paz carnavalesca con el autor de la calle San Vicente. Finalmente ‘Los buscavidas’ ganó dejando para la historia el maravilloso pasodoble de los vientos o la presentación.
A la vera la Plaza
tengo un puesto chiquito,
de limpio y de bonito
parece de sal.
rinconcito de ensueño,
que verlo envidia da.
Y sin que naide lo sepa,
en ese puesto encantao,
treinta años me he llevao
y naide lo ve
haciendo mi pregón tuyo,
que es mi pasión y mi orgullo
y mi gloria y mi ley.
Y un año más vuelvo aquí
que es un pecado mortal
si no sigo pregonando,
cantando y rabiando
por tu Carnaval.
Y el buscavía de aquí,
es una excusa ya ves
que si yo vivo y si muero,
y es porque te quiero
con toito mi ser.
Que de mí, tú nunca debes dudar
porque tú mandas en mi voluntad.
Ven acá mi morena,
llévate que no hay
na como lo de Cai
y lo traigo yo
envuelto en una copla,
no me digas que no.
Que voy buscando la vía,
llévalo sentraña mía,
y págame en alegría
que yo te daré
Caí, otros treinta años
envueltos como oro en paño
y verás tú que bien.
Y un año más vuelvo aquí
que es un pecado mortal
si no sigo pregonando,
cantando y rabiando
por tu Carnaval.
Y el buscavía de aquí,
es una excusa ya ves
que si yo vivo y si muero,
y es porque te quiero
con toito mi ser.
Ay, no, no, nunca me digas que no
que tú a mí siempre me has dicho que sí.
Ay, no, no llévate mi corazón,
ay sí, sí, que sigue roto por ti,
por ti, por ti, por ti.
En 1987 Antonio Martín vuelve a ser tercer premio con el coro de la Viña y de nuevo tras los dos mismos coros que el año anterior. El primer premio fue de nuevo para Adela del Moral y Antonio Rivas con ‘Watussi’ y el segundo premio para el coro de Puerto Real con ‘Tierra a la vista’. El coro de la viña fue en esta ocasión ‘Cuarenta en bastos‘.
Ese mismo año la modalidad de comparsas ve como Antonio Martínez Ares consigue un cuarto premio con ‘Esto es carnaval’, como los Majaras del Puerto entran por primera vez en una final tras la reunificación de los premios con ‘Caballos andaluces’ consiguiendo un tercer premio y como Pedro Romero y Aurelio del Real se unían a parte del grupo de Enrique Villegas para sacar ‘Con gancho’. En 1987 hubo una lucha parecida a la que protagonizaron ‘Agua clara’ y ‘Robots’ pero esta vez Martín presentaba la comparsa más innovadora, ‘A fuego vivo‘, y Pedro Romero la más clásica, ‘Con gancho’. Si en 1983 ganó el clasicismo, aquí ganó la modernidad de la comparsa de Antonio Martín que nos legó para la historia coplas como esta dedicada a su hija.
Hace cuatro meses,
mi niña del alma,
que no me oyes ningún cuento
con el corazón atento
poco antes de dormir.
Hace cuatro meses
que apenas me hablas
cuando vuelvo del ensayo,
de esperarme te has cansao
y otra noche más sin ti.
El cuento que quiere,
hoy te lo entretiene
esta lucha mía con el carnaval.
Hace cuatro meses
que vivo sin verte
que es por eso que esta noche,
mientras duerme mi lucero,
compondré este pasodoble
pa la niña que más quiero,
como el cuento que tanto te debo.
Olvidaré al comparsista
por esa sonrisa
tan cascabelera.
Y, aunque me lleve al fracaso,
cambio los aplausos
por que tú me quieras.
Mas cuando llegue ese día,
entrañitas mías,
en que juntos los dos
vivamos los carnavales,
por aquí el rincón de Cai
vayas oyendo chiquilla
hecho coplilla, tu cuento de amor.
En 1988, año en el que ganaron autores que nunca más han vuelto a ganar hasta la fecha (como ya explicamos en un artículo dedicado a ello), al igual que otros autores como Enrique Villegas, Pedro Romero o Joaquín Quiñones, la comparsa de Antonio Martín no acudió al concurso del Falla aunque sí actuaron con su antología.
Sí que acudió al concurso con su coro de la Viña ‘Rodeo‘ volviendo a quedar en tercera posición tras ‘Quo Cadix’ de Salvador Longobardo y Eduardo Babé (primer premio) y ‘Camelot’ de José Gamaza, Pepe Marchena y Nandi Migueles.
En 1989 el coro de la Viña incorpora al periodista Antonio Burgos como letrista y consigue dar un salto de calidad llegando a conseguir el primer premio con ‘Takatá chinchin pompom‘, un tipo muy carnavalesco.
Ese mismo año volvió a concursar con otra comparsa histórica ‘Tras la máscara’ que, aunque ha quedado en la memoria de los aficionados, fue segundo premio, viéndose superada por ‘Nos quedamos de piedra’ de los Hermanos Alcántara.
Antonio Martín estrena la década de los noventa obteniendo tres primeros premios en el mismo año, nada más y nada menos.
En 1990 compuso la música de la chirigota de Francisco Abeijón (Carapalo) que había obtenido en 1989 el primer premio con ‘El crimen del mes de mayo’ y en 1990 volvió a hacer lo propio con ‘Hasta que la muerte nos separe‘ dejando para la historia el pasodoble “Mi amigo Paco“.
En coros volvió a estar en lo más algo con la coautoría de Antonio Burgos con ‘Bátmonos que nos vamos‘, un coro que recordaba a los personajes de Batman.
En comparsas también ganó con un tipo muy sencillo a la par que efectivo donde destacan los gorros. Era ‘La mar de coplas‘, una comparsa que volvía a demostrar que el tándem Martín-Pepe el caja funcionaba a las mil maravillas. De entre todo el repertorio de esta agrupación hemos destacado su pasodoble de presentación.
Quizás porque mi mare
me vino a parir
como a una mojarrilla
a la orilla del mar
cuando del mar me alejo
en la distancia muero,
tal vez porque fue Cai
en donde yo nací,
la sangre de mis venas
esté bañá de sal
y de tanto soñar
cerca de la Caleta
igual que el poeta
me crea marinero.
Gadita y marinero
pa qué quiero más,
es toda mi fortuna,
toda mi ilusión,
y es como una locura
que me esté matando
pensar que no existen
más meses en el año
que el de febrero
para ser coplero
de esta tradición.
Y que un año más Lucas
con letras de nácar,
en la proa de mi barca
el nombre de Carmela
y una vez mas salpique
las olas de plata
pa refrescar mi sueño
amontonado sobre la arena.
Y aunque sirva de risa
gritarlo no puedo
que es como una caricia
que a mi me disloca,
quizás porque mi mare
me parió sin más
en la orillita del mar
el alma se me ahoga
en este mar de coplas.
En 1984 tras el éxito de ‘Agua clara’, Antonio Martín volvió a mirar a lo más clásico, a las raíces de la comparsa con ‘Andaluces por el mundo‘, dirigida por Manolo Moreno, célebre componente de las comparsas de Paco Alba. Esta agrupación quedó en segundo lugar por detrás de ‘Filo andaluz’ de Manolo Varo de Barbate y por delante de ‘Quince piedras’ de Enrique Villegas (tercer premio); ‘Canela y clavo’ (cuarto premio) de los hermanos Antonio y Pedro Trujillo, los Catalanes; ‘Gandhi’ (quinto premio) de José Luis Bustelo y ‘Requiebro’ (accésit) de Antonio Martínez Ares.
Ese mismo año compuso para una chirigota que se alzó con un accésit ‘Pulpo la gallega‘, con la coautoría de José Castellón.
También ese año colaboró con el cuarteto ‘Goma 2‘ que fue descalificado por no terminar su actuación. Ya solo le faltaba el coro para haber participado en todas las modalidades.
En 1985 realiza un fichaje importantísimo y no se trató de un componente, sino de un grupo, el que años atrás le pusiera las cosas difíciles con ‘Robots’. Ese grupo se fue con Martín y, como curiosidad, Manolo Moreno, director de ‘Andaluces por el mundo’ fue quien dirigió la comparsa del autor que ponía letra a este grupo que llegaba, Joaquín Quiñones.
La unión de Martín con Pepe el Caja comenzaría de la mejor manera y es que se abrió un periplo de tres primeros premios consecutivos. En 1985 fueron los vencedores con ‘Entre rejas‘, siendo muy recordado ese final de popurrí donde la reja se abría y el público se lanzaba al escenario a lanzar flores a la agrupación. Esta comparsa es una de sus mejores agrupaciones y prueba de ello es el magnífico pasodoble a la saeta del carcelero, la presentación, el popurrí o este pasodoble de presentación.
Prisionero como un pajarillo
hoy yo vengo por ti prisionero
porque preso de tus cosas vivo
lo mismo que una novia de los celos.
Prisionero de tus carnavales,
donde se encierra mi corazón
y se enrea como nadie sabe
condenao a cantarte Cai
mil años de prisión.
Prisionero del Falla
cuánto mal te paga tu propia afición
y aunque a veces me duela
es una condena que deseo yo.
Condena sin remedio
porque por ti me pierdo
y mi único delito tan solo es quererte
y cuando digo te quiero
si te engaño yo prefiero
que me sentencien a muerte.
Soy un caso imposible
y aunque no viva libre
te digo sin más quejas
Ay, Cai de mis carnes
de ti no sé escaparme
aunque en par en par
me abran tus rejas.
En 1986 fue su primera incursión en el mundo del coro, logrando así tocar todas las modalidades del concurso. Antonio Martín junto a Pepe Martínez y Antonio Hucha compuso el coro ‘La plastilina‘ que se alzó con el tercer premio, por detrás de ‘La viudita naviera’ (primer premio) de Adela del Moral y Antonio Rivas y ‘Me tocó la china’ de Antonio García, José Zorrilla y Vicente Lozano, de Puerto Real. En este coro, Antonio Martín compuso el maravilloso tango “Tengo dos novias bonitas“, una idea que nace de Manolo Torres y que es el propio Martín quien le da forma dejándolo para la historia.
En comparsa, volvió a ganar el primer premio con ‘Soplos de vida‘ incorporándose al grupo McGregor, otra de las voces sobresalientes de la historia de la comparsa. Ese año el segundo premio fue para ‘Cargadores gaditanos’ de Manolo Varo de Barbate y el segundo para ‘Hombres lobos’ de Enrique Villegas. De esta comparsa de ‘Soplos de vida’ hay muchas coplas que se pueden rescatar pero vamos a quedarnos con una dedicada a una barca caletera playa de la Caleta que comienza con los sones del pasodoble ‘Los Julianes’ de Paco Alba.
Pero yo tengo una barquilla
con una gracia en la quilla
que pa qué te vi a contar.
Esa barquilla
que por la quilla
derrama la gracia,
dicen que sobre las olas
la escucharon hablar sola
lamentando su desgracia.
En la Caleta,
esa playita coqueta,
reliquia de Cai,
pueblo marinero,
como en una pesadilla
se moría por los celos
viendo como allá en la orilla
le ganaba la partía
un caballo retrechero.
No, yo no me merezco
este vil desprecio
de los gaditanos,
siendo caletera
nunca me homenajearon.
No, yo que he combatío
con el mar bravío
por mi marinero.
Barquilla mía,
no sientas celos
porque en la vía
ni los pegasos del cielo
a ti podrán desplazarte
y menos arrancarte
del corazón del caletero.
La polémica está servida: el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de 2018 comenzará el día 7 de enero, sí, ese día en que nos ponemos por primera vez una de las colonias que nos han regalado en Reyes, el día en que los niños se pueden poner a jugar con los juguetes, etc. Pues bien, este próximo 7 de enero de jugar nada. Niños, que nos vamos a la erizada.
Si es verdad que otros años el concurso ha empezado pronto: 10 de enero en 2005, 13 de enero en 2008 y 2013, 15 de enero en 2010 o 16 de enero en 2016; pero nunca ha venido tan pegado a la navidad, hasta el punto de que la pestiñá (que tradicionalmente se viene celebrando el sábado antes del comienzo del concurso) debería celebrarse el mismo día 6. De ser así, ¿se cantarían villancicos o coplas? ¿actuaría el coro de Julio Pardo o Toma Castaña? A lo mejor hay que llegar a una solución intermedia como este villancico carnavalesco:
(Vídeo subido por Código Carnaval)
Creo que esto ha sido una decisión errónea y me parece que con un fin subyaciente, es decir, no había razón alguna para que comenzara el día 7 y si se ha puesto ese día es porque hay un sector de la ciudad que quiere cambiar a una fecha fija el carnaval de Cádiz. La excusa que dan para comenzar tan pronto es mantener el sistema de este pasado concurso donde actuaban seis o siete grupos por sesión dando lugar a que las funciones fueran más amenas y a que las preliminares se alargaran en el tiempo una semana más. Está claro que esa fórmula fue un acierto, aunque el concurso de hiciera largo, pero la preliminar fue una fase más llevadera, la verdad. El problema es que no siempre se dispone de ese colchón de un mes antes del carnaval en su fecha oficial, como es el caso de 2018. ¿La solución? Me parece bastante sencilla: volver a las sesiones como han llevado muchos años, a nueve por día y solo dos semanas de preliminares, no obstante, cuartos de final y semifinal son nueve por sesión y nadie parece quejarse. Llevar a nueve no debería implicar necesariamente incorporar un descaso, pues entre agrupación y agrupación hay veces que pasan (entre desmontaje de una y montaje de otra) unos veinte o veinticinco minutos, en todo caso más tiempo que el que conllevaría un descanso de 15 minutos. Creo que el hueco entre agrupaciones es más que suficiente para descansar.
Reduciendo a dos las semanas de preliminares llegaríamos a la conclusión de que las preliminares comenzarían el día 14 y no el siete. Además, de esta manera, se podría adelantar a esa semana anterior (por ejemplo: jueves, viernes, sábado y domingo) el concurso de la Cantera que, dicho sea de paso, no sé cuándo lo van a ubicar en el 2018 ¿en diciembre?
Como siempre he pesando, no creo que la solución sea una fecha fija para el carnaval porque lo que estorba es el concurso y no el carnaval. No creo que una fecha fija para el carnaval arregle nada, porque carnaval es en todo el mundo en las mismas fechas y si Cádiz decide cambiarlo ¿por qué tenemos que seguir llamándole carnaval? Además, con el trabajo que está costando y el empeño que muchos colectivos y personas están poniendo en que el carnaval de Cádiz sea reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad ¿cómo explicamos a la Unesco que el Carnaval no se celebra en las fechas de carnaval? El problema es que si se quiere, el concurso podría amoldarse para ocupar menos tiempo en años como este 2018. Ofrezco varias opciones, algunas podrán sonar disparatadas:
- Podríamos organizar un concurso en una fecha fija, independientemente del carnaval en la calle (el de verdad). Por ejemplo, que el concurso del Falla empezara el 21 de enero y se alargaran las preliminares hasta el 10 de febrero, del 12 al 17 serían los cuartos, del 19 al 21 las semifinales y el 23 de febrero la final, pero claro, ¿qué pasa después del concurso? porque, si el domingo de carnaval cae el 18 de febrero, todavía no habríamos llegado a las semifinales. Después de la final solo quedaría el carnaval chiquito.
- Otra opción sería como se va a hacer, pegarlo a las navidades de tal manera que la agrupación que cante el primer día de preliminares tendrá que quedar para el último ensayo y ultimar la actuación el mismo día 6 ¿cuándo se está con la familia?
- Otra opción sería arrancar el concurso el día 14, con lo cual las preliminares se alargarían hasta el día 27 de enero, del 29 de enero al 3 de febrero serían los cuartos, del 5 al 7 de febrero las semifinales y la final el 9, es decir, como se hubiera hecho toda la vida.
- Una opción más que se me ocurre sería acotar el número de agrupaciones participantes en el concurso. No estoy hablando de hacer una selección previa, sino de poner un límite de agrupaciones por modalidad. Por ejemplo: solo podrán inscribirse 50 comparsas, 40 chirigotas, 10 coros y 6 cuartetos (los números son al azar). Se reservarían las plazas a las semifinalistas del año anterior y a partir de ahí las primeras hasta completar el cupo. Las inscripciones por correo se sustituyen por una inscripción a través de correo electrónico y, dependiendo de la hora de llegada del correo, se inscribiría o no.
Son cuatro posibles soluciones, creo que se ha llegado a una de las menos lógicas. Me da la sensación de que se ha querido hacer así para volver a debatir otro año más la necesidad de una fecha fija cuando el problema es organizativo. No es lógico tratar de organizar un concurso de la misma manera siendo la final del mismo el día 9 de febrero que el 25 como ha sido este año. Sea como sea, la polémica está servida y el debate en la calle. Todas las opiniones son respetables y probablemente ninguno lleve razón pero, estemos o no de acuerdo en la fecha fija para el carnaval, todos coincidimos en que el hecho de que el día 7 de enero empiece el concurso es una idea un tanto descabellada.
Manuel Jurado
El Pater
El Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval arrancará el 7 de enero
Los representantes de los colectivos abordarán la propuesta del sistema para la elección del jurado.
La Junta Ejecutiva del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval (COAC) ha aprobado comenzar el certamen el 7 de enero de 2018. La concejala de Fiestas, María Romay, ha informado al término de la reunión de los avances realizados y que ha establecido las primeras bases para la celebración del COAC.
De esta manera, María Romay ha señalado que tras la valoración positiva que han realizado los integrantes de la Junta Ejecutiva del COAC de la celebración del concurso pasado, se ha acordado mantener el mismo formato en cuanto a la celebración de preliminares, cuartos, semifinales y final.
Además, se han abordado diversas propuestas para la elección del jurado de este año, propuestas que los representantes de los colectivos se han comprometido a plantear y debatir en sus diferentes asambleas con el objetivo de continuar con su discusión en la próxima reunión de la Junta del COAC que se celebrará la semana que viene.
El período que va desde un carnaval a otro carnaval es largo, pero no deja de ser interesante, está plagado de actuaciones, novedades, noticias, anuncios de nombres de agrupaciones y fichajes para el próximo concurso.
En este último punto se encuentra la comparsa de Antonio Martínez Ares, Segundo Premio en el concurso pasado con “La eternidad”. Desde su regreso, el grupo se ha caracterizado por su política continuista, incorporando componentes nuevos sólo para sustituir a los que se marchan por causa de fuerza mayor. Precisamente eso es lo que ocurre en esta ocasión, ante la baja de Cristian Muñoz la comparsa ha decidido que sea Miguel Nández el que se enrole en la barca. Se marcha una gran voz de tenor pero llega otra que no le va en absoluto a la zaga. Nández, además de su trayectoria como cantante profesional, cuenta con experiencia en el mundo de la comparsa, tras su participación varios años en el grupo de Antonio Martín.
En 1978 Antonio Martín vuelve a componer para una agrupación de la provincia, en este caso para El Puerto de Santa María, junto con Manuel Ariza. La comparsa se llamó ‘Los arrabaleros‘.
Se trata de una buena comparsa que no pudo hacer más que conseguir un segundo premio debido al auténtico pelotazo que supuso la comparsa que Los Majaras sacaron ese año, ‘Raza mora’, que se alzó con el primer premio provincial. Mientras, en el carnaval de Cádiz, Pedro Romero volvía a ganar con ‘Los tribunos’ y Luis Ripoll conseguiría el segundo con ‘Los golfos’.
Al año siguiente volvió a escribir para una comparsa de San Fernando, ‘Los Charles River’, junto a Alfonso Quirós, consiguiendo un tercer premio provincial por detrás de ‘Hombres del campo’ (primer premio) de Enrique Villegas de Chiclana y ‘Cantares’ (segundo premio) de los Majaras del Puerto.
No obstante, ese año también escribió para una comparsa de Cádiz llamada ‘Ángeles y demonios‘ que mantuvo una enorme lucha carnavalesca con ‘Navegantes gaditanos’ de Pedro Romero y Aurelio del Real que se saldó con un empate técnico, es decir, que ambas fueron condecoradas con el primer premio de la modalidad. De esta comparsa destacan el pasodoble dedicado al andaluz o este donde hace alusión a su pasodoble de ‘Los mayordomos’, ya que el tanguillo no solo no se está perdiendo sino tomando fuerza.
El tanguillo gaditano
se pierde y es una pena,
esa letrilla sincera yo canté,
yo canté…
El cantecillo gitano
que nació por nuestras venas
y le juro muy de veras
que en sus tiempos lamenté.
Pero al cabo de los años
al ver que está resurgiendo,
solo queda, qué remedio, claudicar
y decir muy felizmente
qué suerte rectificar
pues ya te cantan los chiquillos,
por las plazuelas hay tanguillos.
Ya te prefieren los mayores
a otro tipo de canciones,
todos te brindan un ole,
rey del folklor.
Y otra vez cantaré
que si bajaran del Cielo
los que al tango dieron vida,
igual que dije ayer,
se morirían de nuevo
pero ahora de alegría
al oír, no es pasión,
de esta forma que cantáis
los coristas gaditanos, vive Dios,
por las calles de mi tierra
que hasta el cielo tiembla
el tanguillo de Cai.
Si en 1979 consiguió alcanzar la gloria, al año siguiente le tocó ver la otra cara del carnaval, ya que por primera vez una agrupación de Antonio Martín quedaba fuera de la final. Conjuntamente con otras agrupaciones que no pasaron a la última noche, ‘Caleta‘ cantó en la escalera de la facultad en un hecho histórico. Aunque la historia da a cada agrupación el sitio que merece y ‘Caleta’ ha dejado para la historia coplas como el piropo a la playa que le da nombre y, sobre todo, la presentación, que sonará en cada una de las actuaciones de su comparsa hasta su retirada y más allá como uno de los himnos del carnaval.
En 1981 vuelve a la final con ‘Charlatanes de feria‘ consiguiendo el tercer premio tras el segundo premio de ‘Los hijos de la noche’ de Enrique Villegas y el primer premio de ‘Pregones’ de Pedro Romero y Emilio Álvarez.
Al año siguiente volverá a sacar una de esas presentaciones que se recuerdan, la de ‘Voces negras‘, que quedó de nuevo en tercera posición siendo primer premio Joaquín Quiñones y Aurelio del Real con ‘Dioses del Olimpo’ y segundo premio ‘Los pimpis de Cádiz’ de Antonio Busto.
En 1983 volvió a ser protagonista de otra batalla de coplas histórica. En ese año quedó en cuarto lugar ‘Los comuneros’ de Enrique Villegas, en tercer lugar ‘Los jinetes de la Pampa’ de Manolo Varo de Barbate. La disputa vino entre el primero y el segundo, una comparsa clásica y otra vanguardista, una de Antonio Martín y otra de Quiñones-Aurelio. ‘Robots’ era la sucesora de ‘Dioses del Olimpo’, dirigida por Pepe el Caja y con componentes históricos como Catalino o Caracol, y era una comparsa de corte moderno para la época y toque futurista. ‘Agua clara‘, en cambio, era la comparsa más pura y más tradicional. Estuvo muy igualada la balanza, aunque finalmente se inclinó a favor del clasicismo de la comparsa de Martín y ‘Agua clara’ se alzó con el primer premio.
Me viene a la mente
como si lo viera,
como si lo viera,
Calle San Vicente,
donde yo naciera,
donde yo naciera.
Plaza la Cruz Verde,
corazón del barrio,
corazón del barrio,
canastillo a cuesta
pasaba a diario,
pasaba a diario.
Y allí estaba yo
entre el corrillo de los niños
mientras tú me contemplabas,
mare, ay mare.
Y triste de mí,
que nunca supe del cariño
que encerraba tu mirada,
de esos suspiros del alma,
de esos besos que me dabas.
El día que el destino me apartó
de tu regazo me sentí solo
y a pesar que otra mujer me da su amor,
cuántas noches recordándote te lloro.
Por eso hoy vuelvo a ese mismo rincón
con mi infancia perdía.
Ay, calle San Vicente,
placita la Cruz Verde
regrésame a esos días
pa devolverle con el corazón
ese beso de amor a la mare mía.
En 1973 llegó uno de los momentos álgidos de la trayectoria de Antonio Martín. Tras varios años de ganar únicamente cuando Paco Alba, su maestro, descansaba, el discípulo lo superó y ‘Capricho Andaluz‘ quedó en primera posición mientras que Paco Alba quedaba segundo con sus ‘Estampas goyescas’ siendo esta última comparsa abucheada por parte del público que quería volver a escuchar a la comparsa del niño de San Vicente.
A partir de entonces Martín tendrá que cargar con la losa de aquella noche en la que, aunque tocó la gloria, vio como su maestro caía derrotado y tan tocado que ya no volvería a sacar más comparsas.
De la comparsa de Martín de ese año podríamos destacar varias letras, entre las que destaca el célebre pasodoble de la rosa. En un principio, esa letra no tenía mayor importancia para el grupo, era un pasodoble más. Una noche en la que la comparsa cantó en su ensayo para varios aficionados, una vez terminado el repertorio, le pidieron el pasodoble de la rosa, el director (Antonio Trujillo, el Catalán) decidió cantarlo y fue el gran pelotazo de la agrupación. Hoy vamos a recordar esta agrupación con una pieza menos recordada pero de mucha calidad, la presentación.
Las guitarras suenan solas,
las guitarras suenan solas
y se desgarran las gargantas
se desprende el cante solo
al contemplarte reina
gitanita mora.
Bendición de Dios
que a su capricho te quiso crear
canción compuesta con los rumores del mar
del mar que de noche y día
adorándote está.
Eres tú, sentir
de Andalucía eres su pregón,
pregón de la alegría representación
del sol tú eres lo más grande de la creación.
Y por ser así
te envidia todo el mundo sin razón
y yo por día voy sintiendo más pasión
por ti, tú eres para mí mi locura
de amor.
Ese mismo año también compone para la chirigota ‘Los guapos de las verbenas’ de Gustavo Rosales (Agüillo), consiguiendo un accésit.
Al año siguiente, el autor comienza ‘Los rumberos‘ junto al grupo de ‘Capricho andaluz’ pero por diversos motivos el autor abandonó el proyecto, que fue culminado por Pedro Romero alcanzando el primer premio, dando paso a una larga serie de primeros premios de este grupo con el autor del barrio de Santa María.
Antonio Martín, por su parte, pasó unos años en los que miraba a la provincia y a Cádiz en sus comparsas. En 1974, además de comenzar ‘Los rumberos’, junto a José Ramos (Requeté) consiguió el primer premio provincial con la comparsa de San Fernando ‘Los Camarones de la Isla‘.
1975 fue un año bastante extraño en el carnaval. Sería la última agrupación de Paco Alba ‘Los belloteros’, que se inscribió como chirigota pero que recibió el primer premio de comparsas compartido con ‘Los napolitanos’ de Pedro Romero y Aurelio del Real. El segundo premio local fue para ‘Ecos del Paraguay’ de Ricardo Villa y el tercero para ‘Animadores de Cabaret’ de Luis Ripoll. Antonio Martín volvió a sacar la comparsa en San Fernando junto a Requeté consiguiendo esta vez en un segundo premio con ‘Los buenaventuras‘, quedando por debajo de ‘Alegrías de Cádiz’ de los Majaras del Puerto de Santa María.
En 1976 vuelve a escribir para Cádiz con una comparsa que se quedaría en un segundo premio ‘España y olé‘ que no pudo con un imparable Pedro Romero y su ‘Carnaval 76’. En esta comparsa, Martín nos dejaría un sentido pasodoble dedicado a la muerte de Paco Alba, su amigo, maestro y rival.
En 1977 continúa en Cádiz y volverá a tocar lo más alto de la clasificación, ya que vuelve a obtener el primer premio con ‘Los mandingos‘, una comparsa que luchó fuertemente contra otra agrupación histórica ‘Nuestra Andalucía’ de Pedro Romero y Aurelio del Real.
Sin yo saber por qué
me caractericé
tratando de imitar
al hombre de color.
Aquel negrito fiel,
privao de libertad,
que nació pa ser
esclavo de su señor.
Sin saber la razón
me siento como él
viendo lo que sucede
a nuestro alrededor
en esta humanidad
que ya tal como va
solo la salva Dios.
Hoy el mundo ya no es mundo,
hoy se ha vuelto todo injusto
y no se respetan
los seres humanos.
Por el maldito dinero
aún existen los negreros
y explotan al pobre
los privilegiados.
Si antes se discriminaba
al hombre de color,
hoy también se discrimina
la clase social,
el que más tiene más vale.
Yo en este mundo tan perro
y lleno de maldades
me siento negro de verdad.