Si quieres tú ser guerrero
de esta tribu gaditana
tienes que tener en cuenta
que en esta reserva manda mi hermana.
Ella le dice a los vientos
cuando tienen que soplar,
ella es la que me aprieta fuerte la mano
y que si te dice hermano
te lo dice a boca llena,
tiene la piel tan roja como esta tierra
y enciende los temporales
cuando se pone en pie de guerra.
En su cintura viven todas las madres,
madres que son las hijas de las mareas.
Si cara pintá
con agua y con sal
su cuerpo de vino y de pan,
su copla es el mar
que suena a compás
y en su corazón la verdad.
El hombre de esta tribu
tan solo debe saber
que su mirada no conoce frontera
que esta de las plazuelas y de los balcones,
del patinillo y los callejones,
de la alegría en las casapuertas.
La hermana que alza el puño y no se arrodilla
gobierna esta reserva
valiente, guerrera y caval
que siempre ha sabido en verdad
cuando tiene que cortarle
al hombre blanco la cabellera.
Miguel Ángel García, Antonio Procopio
‘Gran reserva’ – 2019