Yo cuando mi chiquillo ya sea mayor
no quiero que me estudie una carrera,
quiero que sea político que es mejor
da igual, del partido que él quiera.
Tiene siete años y como es tan cuco
te estoy enseñando algunos trucos.
Le digo que sea siempre muy mentiroso
y que no se fíe nunca ni de su padre
y el niño esto lo domina como su puñetera madre.
Siempre que alguien lo manda a comprar
manga las vueltas
pero después con mucha habilidad
cuadra las cuentas,
si llega a ministro esta criatura
no habrá quien lo coja
haciendo trampas en las facturas
y en el cole a un chavea
le da coba pa que le haga toa la tarea.
Por eso le insisto mucho
que en política se meta,
un chanchullo por aquí,
comisiones por allá
y a vivir siempre del cuento
y a prosperar.
Cualquier muerto de hambre con empeño
termina en el despacho de sus sueños
y se vuelve más tunante
y más pájaro y ladrón que el que estaba antes.
Mi niño si escoge esta profesión
se puede aprovechar
y nunca va a faltarle un cargo fijo
y yo cuando vaya a votar
como siempre hay que votar a un sinvergüenza
qué mejor que sea a mi hijo.
José Manuel Gómez, Emilio Rosado y Javier Osuna
‘Los tontunos’ – 2000