De las calles que llegan
para encontrarse en nuestra Cruz Verde
dijo Pedro Romero con sus ‘Pregones’ de corazón
que eran cinco ríos azules hechos de sangre,
de sangre de las caballas
con eso lo dijo to.
De las aguas que bañan nuestra Caleta
Paco Alba ya hizo el mejor poema
y soñó que la luna no es que estuviera plateá
es que de noche bajaba para bañarse en su mar.
Del barrio el Mentidero
descubrí to sus rincones
montao en un ‘Barrilete’
que sacó Joaquín Quiñones
y de la Caleta pa qué vamos a hablar
si con ‘Quince piedras’
Villegas me hizo soñar.
No queda una esquina,
no queda una calle
que no la besara
con sus veletas Martínez Ares.
Y en aquel tanguillo de Antonio Martín
el corazón me latía
entre dos Carmelas me hizo sentir
orgullo de ser de Cai
bendita sea, aquí hay que morir.
Ay, ay, ay
con las cosas que han escrito
ay, ay, ay
mi Cai, Cai chiquito
no sé qué secreto encierras
que llena mi corazón
y no dudaré un instante
piropearte, piropearte
que por más que te hayan dicho,
mi Cai bonito, nunca es bastante.
Antonio Segura y Adela del Moral
‘¡Oh! Cádiz’ – 1996