Corría ya la mitad del siglo XIV
invadido el Mediterráneo
por los turcos desde el Oriente
nuestro comercio floreciente
fue de pronto cortado a ras
y en una intrépida odisea
dirigimos nuestros veleros
hacia los pueblos más costeros
de Occidente a comerciar.
Desde Génova a Venecia a buscar
burgueses y mercaderes
de aquí y de allá,
de Marsella y de la Europa central
hicimos del Puerto Chico de Cai
una gran puerta del mar.
Con el descubrimiento
a esta blanca tacita
con sus ir y venir
la pudimos vestir
de cosmopolita.
Tan grandiosa e importante
fue por todo ultramar
que hasta la ciudad sevillana
nos cedió con muy pocas ganas
el monopolio comercial.
Pasaron siglos
de crisis y decadencia
por mor de guerras
y pérdida colonial
pero entre tanto
seguía fuerte y costera
guardando en sus entretelas
su corazón comercial.
Desde entonces en Cai mucho ha llovío
aún se mantiene en Cai su puerto
bajo un clima de escaso comercio
y sin un duro en sus astilleros.
Cuando pase el quinto centenario
di quién del puerto se va a acordar
que sigamos un plan urgencia
pa que podamos levantarlo
que muy bellos son los recuerdos
pero de sueños ya estamos hartos.
José Gamaza, José Marchena y Fernando Migueles
‘Puerta del mar’ – 1987