Ya va llegando la noche
y en la oscuridad de Cádiz
un destello de plata empieza a pasear
en cada puerta vive una aventura
y escribe su historia en el agua del mar
habla con los vientos y juega sin parar
con la brisa.
La costa de Cai
por detrás del castillo
solo tú la alumbras
faro de san Sebastián
con tu seno
todos los navegantes
llegan a buen puerto
cuando tú enciendes la mar.
El rumor de las olas te cuenta sus penas
y tú solo y callado alumbras la arena
para que la espuma
descanse envuelta entre las piedras.
Sabemos que tú hablas
y te hemos escuchao
cuando Cádiz amanece
tapao por la niebla
y que sabes decirle a los caleteros
de dónde están las buenas
mojarras de piera.
En cambio nadie te escribe
aunque sea para callar
tu rabia contenida
de un montón de años
escuchando canciones
a la playa y en ninguna se cantó a mi faro.
Luis Ripoll y Antonio Trujillo
‘Los golfos’ – 1978