Mi chaval he visto llegar
y en mi casa
las buenas tardes se cantan,
si no suenan algo pasa,
a la cara de mi niño,
ay, algo le pasa.
Ha soltado sus maletas
con desprecio e impotencia,
va llorando sin llorar,
otra vez lo han suspendío
destrozando su moral.
Tal vez, quizás no sirva pa estudiar,
tal vez haya nacío condenao a trabajar,
da igual, yo he trabajao to mi vía
y tengo un diploma
que nadie me ha dao
y que no puedo enmarcar,
he ganao a pulso
títulos de honrao
y hasta de hombre legal,
sin tener estudios
he llevao mi casa
y nunca faltó de na,
y mi única herencia
será la torpeza
de un hombre sencillo.
Y, chaval, todo el mundo no es un genio,
ay, qué va, hay peones y arquitectos,
los dos son tan importantes
pa que un día se levante,
casa a casa, una ciudad.
Mi niño torpe me encanta,
y cuando llegues a casa
las buenas tardes de siempre se cantan,
que no hay suspenso que cambie tu cara.
Luis Galán y Vicente Esquerdo
‘Marinero en tierra’ – 2000