Un día por la plaza San Juan de Dios
yo me crucé con mi amigo Panete
y como a mí me da pena del chaval
lo escucho por darle carrete.
Empezó a contarme el mosqueo que tiene
porque dice que nadie lo quiere.
Lo está pasando muy mal el pobre Panete,
él piensa que su problema es bastante serio
y está dispuesto a escribirle
incluso al defensor del pueblo.
Si alguien, de pronto, se siente un dolor
en juanete
o bien se da un martillazo al clavar
nombra a Panete,
si un penalti el Cádiz tira y no lo mete
qué culpa tendrá la leche que mamó Panete.
Si una vieja ve a un tuerto
del tirón, yo no sé por qué, se caga en mis muertos.
Ya estoy harto de que digan
cosas de mi santa madre
cuando algo sale mal, cuando algo sale mal
qué es lo que gana la gente con insultar.
Hasta los niños mientan a Panete
si se les escacharra algún juguete.
Lo que sufre este hombre
con la popularidad del maldito nombre.
Panete, yo me tengo ya que ir
pero te vi a decir
que pases de esos dimes y diretes.
Corriendo al final me fui
y ese día yo llegué tarde al trabajo
con los muertos de Panete.
La agrupación y Javier Osuna
‘Los tontunos’ – 2000