Cuando salen en la tele
los políticos hablando
mi perro pa que lo quite
me trae corriendo
en la boca el mando.
Si aparece Zapatero
entonces pierde la calma,
si no lo quito ligero
el perro se come el plasma.
Con Rajoy se pone negro
cuando sale, nunca falla,
el perro empieza a ladrarle
y a escupirle a la pantalla.
Y cuando sale la Teo
el mosqueo no es normal,
encima que no le gusta
con esa cara lo asusta
y se enfada mucho más.
Y aunque mi perro no tiene
tendencias ni partidismos
comprende rápidamente
que son tos más de lo mismo.
De izquierdas o de derechas,
no importa cuál es el bando,
la mentira traicionera
se sienta en cualquier escaño.
Idealistas sin ideas,
la corbata es del engaño.
Y en un congreso discuten
nuestro futuro y destino
aunque pueda parecer
cualquier patio de vecinos.
A quién le doy yo mi voto
si ninguno me vale,
si ninguno me vale.
No me trago vuestros cuentos
porque sois los mismos perros
aunque cambien,
aunque cambien los collares.
* * *
Manuel Álvarez Seda, Francisco Javier Cuevas Herencia y José María Barranco Cabrera
Los encantadores de perros, 2011